Cardiología
Estrés psicológico aumenta incidencia de enfermedades cardiovasculares
El vínculo entre el estrés psicosocial y las enfermedades cardiovasculares (ECV) ha sido identificado como un importante problema de salud pública. Lamentablemente se desconoce cuáles y cuantos son los procesos intermediarios a través del cual la angustia psicológica aumenta el peligro de ECV. Por lo tanto, es importante determinarlos y entenderlos para el buen manejo o tratamiento de las alteraciones psicológicas, en un intento de reducir el riesgo de patología cardiovascular.
El equipo del doctor Mark Hamer del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Londres, Reino Unido, estimó los factores de riesgo para la asociación entre la angustia psicológica y los eventos cardiovasculares. En un estudio prospectivo, 6576 hombres y mujeres sanos (50,9 ± 13,1 años de edad) fueron evaluados según factores de riesgo para la angustia psicológica y fisiopatológica. El resultado principal fue la aparición de eventos cardiovasculares: hospitalización por infarto de miocardio no mortal, cirugía de revascularización coronaria, angioplastia, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca y mortalidad relacionada con enfermedades cardíacas.
El hábito de fumar, actividad física, la ingesta de alcohol, proteína C-reactiva y la hipertensión se asociaron independientemente con el distrés psicológico. Hubo 223 incidentes de ECV (63 mortales) a lo largo de un seguimiento promedio de 7,2 años. El riesgo de patologías cardiovasculares aumentó en relación a la presencia de trastornos psicológicos según los modelos ajustados para edad y sexo (riesgo: 1,54, intervalo de confianza del 95%: 1,09 a 2,18, p = 0,013). En aquellos modelos que se ajustaron para posibles mediadores, los factores conductuales explicaron la mayor proporción del efecto (cerca del 65%), mientras que los factores fisiopatológicos representaron una pequeña cantidad (proteína C-reactiva un 5.5% y la hipertensión un 13%).
En conclusión, la asociación entre la angustia psicológica y el riesgo de enfermedades cardiovasculares se explica en gran parte por procesos de comportamiento. Por lo tanto, el tratamiento de los trastornos psicológicos puede reducir la presencia de ECV principalmente a través del cambio conductual de las personas.
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