Salud mental y prevención del suicidio adolescente
Psiquiatras y académicos abordaron este tema en Valdivia, durante un encuentro organizado por la Universidad Austral de Chile y la Fundación Tierra Esperanza.
De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan alrededor de 800 mil personas, convirtiéndose en la segunda causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años de edad.
La agrupación internacional lo considera un problema de salud pública, motivando en 2014 la publicación “Prevención del suicidio: un imperativo global”, documento elaborado con el fin de aumentar la sensibilización sobre el tema, así como motivar el desarrollo y fortalecimiento de estrategias preventivas, con un enfoque multisectorial e integral. Según la OMS, cada año fallecen 1,2 millones de adolescentes entre 10 y 19 años, a un ritmo de tres mil casos diarios como promedio. Las causas son evitables, pero de difícil manejo debido a la complejidad de la etapa de transición entre la niñez y la adultez.
Para profundizar en esta materia, la Universidad Austral de Chile y la Fundación Tierra Esperanza organizaron el Seminario internacional salud mental y prevención del suicidio adolescente. “No hay nada más sobrecogedor que la muerte de un joven porque su entorno, la sociedad, sus compañeros, padres o profesores, no fueron capaces de intervenir a tiempo”, contextualizó el doctor Hans Richter Becerra, docente UACh.
El encuentro propuso una mirada académica del suicidio, discutiendo el rol educativo y preventivo que deben asumir los establecimientos educacionales. Para la doctora Carolina Hausmann-Stabile, del Bryn Mawr College (Estados Unidos), “afortunadamente en Chile hay una mayor sensibilización sobre el tema, fundamental para implementar políticas de salud pública que aminoren los índices de gente que sufre este problema”. De todos modos, el país se posiciona en el tercer lugar a nivel latinoamericano en la estadística de suicidios juveniles.
“Un aspecto relevante para prevenir el suicidio es el buen trato, tener comunidades sanas y vínculos sanos. Debemos trabajar para reducir la violencia, de género y de todo tipo, e intervenir dentro de nuestro contexto social en maneras para tratarnos bien, en el hogar, en la familia, en nuestra comunidad, un mejor entorno reduce la prevalencia de conductas suicidas”, aseguró.
También participaron como panelistas los doctores Claudio Espejo San Cristóbal (psiquiatra y terapeuta familiar sistémico, Hospital Clínico Universidad Mayor de Temuco), Mario Valdivia Peralta (psiquiatra y docente de la Universidad de Concepción) y Tomas Baader Matthei (psiquiatra UACh y presidente de la Alianza Chilena Contra la Depresión). El análisis contempló además un análisis sobre el uso de sustancias nocivas y el impacto de las redes sociales en la conducta suicida.
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Dra. Carolina Hausmann-Stabile

