Plan de prevención en suicidio
La Unidad de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital de Curicó implementó un programa de intervención rápida que busca revertir el aumento de casos en el país.
Entre los años 1990 y 2011, el suicidio aumentó de forma sostenida en Chile, creciendo en un 90 por ciento según estadísticas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Las cifras son corroboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), situando al país en el quinto lugar a nivel sudamericano, con una tasa de 10,6 casos por cada 100 mil habitantes.
Expertos no dudan en calificarlo como una epidemia silenciosa, de causas evitables, pero en virtud de su escasa pesquisa y diagnóstico, representa un problema de salud pública. En este ámbito, la prevención constituye un reto para los profesionales que se desempeñan en este campo, ya que las medidas de control deben considerar factores de riesgo transversales y otros propios de la niñez, adolescencia, adultez y tercera edad. Solo desde esta perspectiva se pueden diseñar e implementar tratamientos personalizados en salud mental para revertir la estadística.
Estudios de la OMS calculan que cada año y solo en edad pediátrica mueren por suicidio 1,2 millones de personas a nivel planetario, en su mayoría entre 10 y 19 años, agregando que por cada uno de ellos hay más de 20 intentos. “Son cada vez más comunes los casos de intento de suicidio que nos llegan, principalmente adolescentes y adultos jóvenes, quienes tienen el mayor riesgo. En alrededor del 90 por ciento de los casos los pacientes presentan alguna patología mental y es ahí donde radica la oportunidad de intervención, ya que el mayor riesgo de concretar suicidio ocurre posterior al primer intento”, comenta el doctor Diego Bartlet, especialista del Hospital de Curicó.
Por este motivo, la Unidad de Psiquiatría y Salud Mental del recinto asistencial de la Región del Maule desarrolla un plan de prevención del suicidio, que permite enfrentar de forma inmediata estos casos, a través de la intervención de un equipo multidisciplinario, permitiendo que el paciente reciba ayuda en un plazo menor a dos semanas. Luego de ello se realiza un seguimiento farmacológico y telefónico.
“Es importante la colaboración de todos los actores, especialmente de los médicos que reciben casos de intentos de suicidio, quienes deben activar los flujos de derivación para incorporar al paciente a este plan, el cual pretende ser replicable en todos los centros de salud de la provincia de Curicó”, enfatiza el psiquiatra.
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