Taller de fibromialgia incorpora piscina terapéutica
Miembros de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Penco-Lirquén evaluaron positivamente la acuaterapia como técnica de manejo de pacientes con dolor.
La fibromialgia es una enfermedad músculo-esquelética de carácter multifactorial y crónica, que afecta principalmente a las mujeres. Sus causas son desconocidas, constituyéndose en un desafío diagnóstico y terapéutico para la medicina.
Esta condición exige implementar alternativas innovadoras que contribuyan a la disminución del dolor y rehabilitación del paciente, además de la conformación de equipos multidisciplinarios que garanticen un abordaje transversal.
En este escenario, las técnicas y ejercicios de recuperación física realizados en espacios acuáticos cerrados son una estrategia que paulatinamente se ha ido incorporando a los recintos de salud. Es el caso del Hospital Penco-Lirquén, en la Región del Biobío, el cual efectúa desde 2018 acuaterapia en sus modernas dependencias, experiencia que arroja un balance positivo.
“La fibromialgia es una patología que está muy escondida en la población, y desde el año pasado trabajamos con este tratamiento. El objetivo es ofrecer a nuestros pacientes servicios innovadores y beneficiosos”, comentó el doctor Juan Godoy Lobos, subdirector médico del Servicio de Salud Talcahuano.
A la fecha, más de 30 personas se han visto favorecidas con esta terapia, la cual se desarrolla en el marco de un taller teórico-práctico de fibromialgia diseñado por la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Penco-Lirquén. “El impacto ha sido muy positivo. Creemos que la incorporación de esta técnica ha mejorado la calidad de vida de muchos de nuestros pacientes”, aseguró Andrea Catalán Vásquez, directora del recinto asistencial.
La acuaterapia favorece la relajación y movilidad, ya que los ejercicios se efectúan en un espacio donde prevalece la flotación por sobre la gravedad, debido a las características mecánicas del agua. Está indicada para pacientes que sufren fibromialgia o que se recuperan de problemas neurológicos, ortopédicos y reumatológicos, e incluso con dificultades cardiorrespiratorias leves o moderadas.
“En el Hospital Penco-Lirquén hacemos una evaluación inicial del paciente con dolor, para luego ingresarlo al taller, que consiste en educación de terapia cognitivo conductual, apoyo psicológico, asesoría nutricional y sesiones de trabajo en la piscina”, detalló la fisiatra Johana Pacheco.
Temas Relacionados

