Saneamiento e higiene: esenciales contra el cólera
Ante los casos reportados por el Ministerio de Salud en Chile, surgen interrogantes sobre cómo proceder ante nuevos brotes. Para la OMS una solución sigue siendo la mejora de prácticas de higiene.
El cólera es una enfermedad que anualmente afecta a 21.000 personas en el mundo. Su transmisión se debe a la ingesta de alimentos y de aguas contaminadas por los serotipos O1 u O139 del bacilo Vibrio cholerae, patógeno que generan una infección intestinal aguda, pudiendo cursar o no con diarrea profusa acuosa y deshidratación severa.
La aparición de nuevos casos en el país ha generado una serie de interrogantes: cómo se propaga, sus tratamientos y si se está ante un nuevo brote. Tanto el Ministerio de Salud (Minsal) como el Instituto de Salud Pública (ISP), han llamado a guiarse por las recomendaciones de la OMS.
En una nueva editorial publicada en su página web, el organismo internacional señala que una manera de prevenir nuevos brotes es por medio de la instauración de prácticas de higiene, junto a la mejora de los accesos a servicios de agua potable y saneamiento.
Según el reporte, en los 47 países de ingresos medianos y bajos afectados por la bacteria, solo el 79% y el 44% de la población, utiliza servicios básicos de suministro de agua y saneamiento, respectivamente. En los países de esos ingresos donde no hay cólera, esos porcentajes son 94% y 79%, respectivamente.
De manera paralela, la OMS evalúa como una solución provisional el uso de nuevos instrumentos como vacunas anticoléricas, especialmente en zonas donde la enfermedad aún es endémica, la cual confiere protección por cinco años.
A pesar de estas acciones, la condición continúa afectando a millones de personas transformándose en un serio problema de salud pública. Cada año se producen 21.000 a 143.000 muertes, no obstante, solo una pequeña porción de estos casos es notificada a la OMS. Se calcula que por año hay entre 1,3 a 4 millones de personas infectadas.
