Promoción y fomento del parto humanizado
El Hospital de Santa Cruz está impulsado nacimientos de forma natural. Gracias a este nuevo enfoque, el número de cesáreas ha disminuido considerablemente.
El médico obstetra e investigador francés Michel Odent es uno de los precursores y defensores de la humanización del parto y del nacimiento respetuoso en el mundo, proceso en el que para él los únicos protagonistas deberían ser la madre y su hijo, ojalá sin intervención de terceros y con la menor tecnología posible.
Cuando una mujer está dando a luz, señala el doctor Odent, vuelve a sus orígenes de mamífero. En ese momento, en ella prima el cerebro arcaico, donde la oxitocina, endorfinas y prolactina son las hormonas clave segregadas por las estructuras más primitivas del cerebro: el hipotálamo y la glándula pituitaria. Esta mamificación del parto ayuda a que éste ocurra de un modo natural y a que la madre cree un vínculo con el recién nacido desde el principio.
Para el especialista francés, modificando la forma de recibir a los niños y el apoyo que se brinda a las gestantes se determinará el futuro de nuestra civilización. En ese contexto y ante la creciente evidencia al respecto, el Hospital de Santa Cruz está implementando un modelo de atención que favorece el parto vaginal por sobre las cesáreas.
Hace seis meses, el recinto asistencial instauró una nueva estrategia para promocionar y fomentar la atención del parto con los estándares de seguridad necesarios para mejorar la experiencia en la atención del parto facilitando los tiempos obstétricos por medio de balones kinésicos, aromaterapia, musicoterapia, uso de telas para reboso y pasamano.
“Buscamos evidencia sobre experiencias similares en el mundo que nos permitieran modificar nuestros protocolos para darle más tiempo a la paciente, para entregarle más confort y una mayor tranquilidad para aumentar así las posibilidades de un parto vaginal”, destacó el señor Gonzalo Guzmán Salas, encargado de gestión de matronería del hospital.
“Estás nuevas prácticas han resultado bastante favorables. Mejoró el número de partos vaginales, disminuyeron los reclamos y aumentaron las felicitaciones. Esto, gracias a una atención más personalizada, que respeta los tiempos fisiológicos para que la paciente viva conscientemente su experiencia de parto”.
