Hospital Sótero del Río:
Perfeccionan abordaje de accidentes cerebrovasculares
Tras la creación de una unidad especializada, un amplio equipo multidisciplinario se encargará del diagnóstico, tratamiento, estudio y rehabilitación de pacientes que sufren esta emergencia médica.
Según cifras de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn) en Chile muere una persona cada 67 minutos debido a un accidente cerebrovascular (ACV). Lo que se traduce en un promedio de 2,8 de estos eventos por hora y, aproximadamente 69 casos al día.
Al constituirse como la primera causa de muerte, el Hospital Sótero del Río -bajo la dependencia del Servicio de Neurología- inauguró la Unidad de Tratamiento de Accidente Cerebro Vascular (UTAC), cuyas dependencias permitirán a un equipo compuesto por neurólogos, kinesiólogos, enfermeros, técnicos paramédicos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales, ofrecer diversas técnicas en apoyo de la rehabilitación del paciente, y además brindar un tratamiento de mayor calidad.
La ceremonia de inauguración fue encabezada por los doctores Claudio Farah, director médico del Hospital, y María Cristina Miranda, jefa del Servicio de Neurología, quienes aseguraron a los presentes que la UTAC permitirá ofrecer, dentro de un espacio digno, mejores condiciones para los pacientes, y la oportunidad de cumplir con el principal objetivo de esta Unidad: mejorar la sobrevida de cada persona.
Respecto al modelo de atención, se realizará monitorización no invasiva al paciente, poniendo especial cuidado en la neuroprotección y manejo hemodinámico cerebral, así como en el diagnóstico temprano de complicaciones, evaluación de disfagia y prevención de neumonía aspirativa.
“Se ha demostrado que los pacientes que ingresan a estas unidades especiales para su atención, se complican menos, acortan sus días de estadía en el hospital, junto con disminuir la mortalidad y discapacidad para que puedan volver a su vida normal”, precisó la doctora Miranda.
De este modo, la UTAC responderá a las necesidades específicas que requiere este tipo de paciente, alcanzando los estándares de calidad que actualmente son recomendados en las guías de salud respecto a esta materia.
Como mensaje de cierre, la doctora Miranda enfatizó en la importancia de la detección temprana de esta patología, pues si el paciente llega al servicio de urgencia dentro de las cuatro primeras horas desde que comienza a experimentar los síntomas de ACV (vértigo, dificultad para hablar, disminución o pérdida de fuerzas de un lado del cuerpo, adormecimiento de la cara, dolor de cabeza intenso) la posibilidad de atenuar secuelas es bastante alta. “Durante las primeras horas se realiza una trombólisis que permite disolver el coágulo, lo cual es clave para un manejo efectivo, siendo un factor determinante para que el paciente pueda tener una vida normal y reinsertarse en sus labores familiares y sociales”, concluyó la especialista.

Dres. María Cristina Miranda y Claudio Farah