En Rancagua:
Nuevo centro integral para niños y adolescentes
La doctora Claudia Ascencio formó el Centro Médico CAREN para entregar apoyo interdisciplinario a pacientes infanto juveniles.
En las últimas seis décadas, las muertes auto provocadas se han convertido en un fenómeno en ascenso en todo el planeta, tanto así que hoy constituye un problema de salud pública importante y prevenible.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen 1,2 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años por esta causa, es decir, diariamente se registran 3.000 casos fatales. Más de dos tercios de estas muertes ocurren en los países en vías de desarrollo, especialmente en África y en el sureste asiático; y se estima que para 2020 las víctimas podrían ascender a 1,5 millones.
La tasa promedio mundial de suicidio es de 11,4 por 100 mil habitantes. Chile ostenta tasas cercanas y existe claridad entre los expertos que es una realidad que debe ser enfrentada en forma seria y consistente.
La doctora Claudia Ascencio Peña, psiquiatra infantil de la Universidad de Santiago de Chile (USACh) del Hospital Clínico FUSAT de Rancagua, es consciente de esta realidad. “La Región de O’Higgins posee uno de los índices más altos de suicidio infanto-juvenil a nivel país, algo que llamó mi atención profundamente”.
Junto a un grupo de profesionales formó el Centro Médico CAREN, un recinto que entrega apoyo integral a pacientes infanto juveniles. “El equipo inicial está conformado por psiquiatra, neurólogo y psicóloga infantil, psiquiatra adulto, terapeuta ocupacional, educadora diferencial y fonoaudiología y trabajamos en equipo para estar más cerca del paciente y su familia”.
“La depresión mayor es un motivo de consulta, pero cuando nos enfrentamos a intento suicida o ideación suicida debemos poner alerta roja, hacer seguimiento frecuente e intervenir. Nosotros hemos trabajado con los colegios cuando han ocurrido este tipo de hechos, porque deben tener un rol activo para generar estrategias de intervención en el alumnado, en eso nosotros participamos bastante como profesionales”.
“Nuestro centro nació de la necesidad de trabajar en equipo, para poder entregar a los pacientes y sus familias una atención que no sea de un especialista o solo un área, sino que surja de la evaluación del niño o adolescente en base a sus necesidades: personales, familiares y escolares”.
Sobre cuáles son los desafíos futuros del centro, la doctora Ascencio destacó que “la idea es generar nuevas áreas de trabajos subespecializadas. Por ejemplo, neuro-desarrollo o trastornos alimentarios, eso nos permitiría ampliar los equipos. Para mí el trabajo en conjunto es la clave para generar cambios y ayudar de mejor forma a este grupo de pacientes”.

Dra. Claudia Ascencio Peña