Factores para el desarrollo del trastorno bipolar
Estudio del Hospital del Salvador de Valparaíso vinculó genética y maltrato infantil con el inicio temprano de este trastorno cerebral crónico.
El trastorno bipolar es un trastorno afectivo mayor caracterizado por episodios de manía, depresión y cambios extremos en el estado de ánimo, comportamiento, pensamiento y energía a lo largo de la vida.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta esta enfermedad es su dificultad de diagnóstico. Varios estudios comprueban que este retraso puede llegar hasta alrededor de los 10 años, postergando el inicio de un tratamiento oportuno.
El doctor Ulises Ríos Díaz, jefe de la Unidad de Trastornos del Ánimo del Hospital del Salvador de Valparaíso, compartió información relevante sobre este problema y algunos factores de riesgo para su detección precoz, entre ellos, “el tener una depresión antes de los 25 años, antecedentes de trastorno bipolar o esquizofrenia en algún miembro de la familia, y presencia de tres o más episodios depresivos recurrentes a lo largo de la vida”.
El especialista dio a conocer las conclusiones alcanzadas en el marco de una investigación realizada por la unidad sobre la asociación entre maltrato infantil y el curso clínico de este trastorno.
“Nos encontramos con cifras alarmantes al constatar que un 64% de los pacientes bipolares tienen antecedentes de haber sido maltratados durante la infancia. Al medir el tipo de abuso encontramos que el 40% fue víctima de abuso sexual, el 30% sufrió abuso físico y el 23% abuso emocional”.
“Nuestro estudio es pionero a nivel nacional en medir el antecedente de maltrato infantil en personas que padecen trastorno bipolar. En estos pacientes el inicio de la enfermedad se da a edades más tempranas y existe mayor alteración de parámetros inflamatorios medidos en sangre”, destacó el doctor Ríos.
“Adicionalmente, evaluamos de qué forma la carga genética se relacionaba con este factor y encontramos datos muy interesantes y coincidentes con publicaciones internacionales que muestran cómo, en presencia del antecedente de maltrato infantil, algunas variantes genéticas relacionadas con el funcionamiento de los mecanismos que regulan el estrés se asociaron con mayores alteraciones en funciones cognitivas específicas”.
Estos resultados plantean un desafío muy grande al mundo clínico, “tanto por la necesidad de ofrecer tratamientos psicoterapéuticos más específicos enfocados en el trauma temprano en pacientes con trastorno bipolar, como también en la generación de estrategias preventivas para el maltrato infantil focalizadas en grupos clínicos de riesgo, dado que la presencia de maltrato en ellos es dos a tres veces mayor que la población general”.
Si bien es difícil pensar en prevenir una enfermedad que tiene un importante componente genético en su manifestación, esta investigación da luces sobre la probable efectividad de generar intervenciones clínicas tempranas, las cuales podrían tener un impacto significativo en el curso clínico de la enfermedad, retrasando su inicio o bien disminuyendo algunos parámetros de gravedad de la presentación clínica.
Estas serán algunas de las hipótesis que conducirán las siguientes investigaciones del equipo del Hospital del Salvador de Valparaíso, enfatizó el especialista.
