Efectividad de la PCR para detección del papiloma humano
Según explica el ginecólogo oncólogo Rafael Jensen, se trata de una prueba más efectiva que el Papanicolau y que se debe repetir con menor frecuencia.
Uno de los cánceres más habituales entre las mujeres es el cervicouterino. Según cifras del Global Cancer Observator (GLOBOCAN), en Chile se notificaron 1.503 casos nuevos y 799 muertes por esta enfermedad en 2020.
Esta patología está asociada a una infección persistente por virus papiloma humano (VPH), específicamente los genotipos 16 y 18, responsables de casi el 70% de los casos. En general, afecta en mayor número a mujeres de 30 a 40 años, y de entre 55 y 65. Además, se estima que el VPH está presente en el 80% de la población sexualmente activa.
La importancia de su pesquisa radica en que, de no hacerlo de manera oportuna, puede originar lesiones precancerosas que tienen el potencial para progresar a un tumor en diferentes áreas. La principal manera de prevenirla es mediante el control ginecológico anual, el Papanicolau (PAP). Sin embargo, la PCR está tomando protagonismo en materia de diagnóstico y prevención.
“Esta técnica es más precisa porque se adelanta en el proceso de la enfermedad. Nos permite identificar la presencia del virus incluso antes de que aparezcan las lesiones precancerosas. En pacientes con mayor riesgo se les puede hacer un seguimiento más estrecho para tratarlas antes de que desarrollen lesiones más severas” explica el doctor Rafael Jensen, ginecólogo oncólogo de Clínica Universidad de los Andes.
“Se recomienda en mujeres mayores de 30 años, ya que en las más jóvenes diagnostica muchas infecciones transitorias que no son relevantes. Por eso, entre los 25 y 30 años es preferible tomar el PAP”, agrega.
El PCR para VPH, al ser más preciso, también permite repetirlo en mayor cantidad de tiempo, es decir, en lugar de hacerse este chequeo una vez al año, puede indicarse su realización cada 3 a 5 años, dependiendo de cada paciente.
