En Hospital Sótero del Río:
Dra. Ana María Peña destaca programa infantil contra el VIH
La especialista señala que el mayor desafío es conocer el universo de niños infectados, para así poder ofrecer un tratamiento precoz.
El virus de la inmunodeficiencia humana se transmite a través del contacto sexual, sanguíneo y de manera vertical, vale decir, desde la madre al hijo. Por esta última razón, en mujeres infectadas y embarazadas se debe seguir un estricto protocolo.
Dada esta realidad, el Hospital Sótero del Río implementó el Programa Infantil en VIH/SIDA, cuyo equipo multidisciplinario está compuesto por un médico, una psicóloga, enfermeras, dos asistentes sociales, un técnico paramédico y una auxiliar de servicio a cargo de brindar atención a niños y adolescentes, así como a recién nacidos de madres portadoras, o niños con sospecha de infección.
Para la doctora Ana María Peña, especialista en infectología pediátrica y encargada del programa, una de las principales dificultades que enfrentan como equipo clínico es que “muchas madres ocultan el diagnóstico a su familia y a su entorno, como por ejemplo en el colegio de sus hijos, lo cual muchas veces es entendible por la discriminación que aún existe, pero esta situación dificulta la atención que brindamos, ya que afecta la adherencia a la terapia y la integración normal del niño".
Actualmente, el programa cuenta con un alto porcentaje de embarazadas inmigrantes, así lo explicó la doctora Peña. “Esta población representa un grupo de alto riesgo debido principalmente a barreras culturales e idiomáticas que dificultan enormemente el cumplimiento de las indicaciones. Es importante que la embarazada portadora del virus tenga conciencia de su condición, ya que la administración del tratamiento antirretroviral para ella y su bebé, puede ayudar a reducir el riesgo de transmisión a menos del 1 por ciento”, precisó.
Cabe señalar que el hospital hoy cuenta con un protocolo de transición, que va desde la etapa infantil pasando por la adolescencia, hasta llegar a la edad adulta. Tal como lo indicó la especialista, “a partir de los nueve años, dependiendo de cada caso, hacemos la revelación del diagnóstico al niño en conjunto con los padres o cuidadores, a través de un video informativo, con el fin de que comience a tener conciencia de su patología y le ponga nombre a la causa de su enfermedad”.

Dra. Ana María Peña Donati