En Hospital Carlos Cisternas de Calama mejoran:
Diagnóstico a distancia de accidentes cerebrovasculares
Médicos y enfermeros del Servicio de Urgencia y UPC se capacitaron para atender de forma oportuna y disminuir potenciales secuelas de pacientes con ACV isquémico agudo.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS), anualmente 15 millones de personas sufren un accidente cerebrovascular (ACV), de las cuales cinco fallecen y otras cinco padecen sus secuelas. En Chile, constituye la segunda causa específica de muerte, siendo el subtipo isquémico el más frecuente.
La mayoría de los ACV se deben a la obstrucción de una arteria en el cerebro por un coágulo de sangre. El tratamiento inmediato con fármacos trombolíticos restaura el flujo sanguíneo antes de que haya ocurrido un daño cerebral importante y podría significar que los pacientes tengan mayores probabilidades de una buena recuperación.
Debido a las altas tasas de pacientes que ingresan al Servicio de Emergencia con ACV, en diciembre de 2018, el equipo clínico de neurología del Hospital Regional de Antofagasta, liderado por el doctor Agustín Brante Tapia, capacitó a los profesionales del Servicio de Urgencia y de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Carlos Cisternas de Calama (HCC) en trombolisis.
A través de telemedicina, los médicos y enfermeros conocieron los avances disponibles para atender de forma oportuna y disminuir las potenciales secuelas de quienes acuden al HCC con sintomatología de un accidente cerebro vascular isquémico agudo.
Desde entonces, estos pacientes tienen una mayor oportunidad de sobre vida, ya que cuentan con la posibilidad de someterse a trombolisis a través de telemedicina y con la asistencia de un neurólogo 24/7 presente en el Servicio de Urgencia.
“Este procedimiento solo se puede hacer en la ventana de tiempo que no supere las 4,5 horas, desde que el paciente refiere síntomas como compromiso de conciencia, dificultad para hablar o adormecimiento de alguna extremidad. Aparecidos estos rasgos, la persona debe consultar inmediatamente en el servicio de urgencia del hospital”, destacó el neurólogo Gregorio Silva Escobar, subdirector médico del Hospital de Calama.
A meses de esta implementación, el equipo clínico recibió a la primera paciente con accidente cerebro vascular isquémico y realizó con éxito el tratamiento trombolítico con alteplasa, un activador tisular recombinante del plasminógeno obtenido por ingeniería genética.
“Gracias a la oportuna reacción de cada una de las unidades clínicas –que al momento de la activación del Código ACV actuaron con la celeridad que este tipo de pacientes requiere y al apoyo del neurólogo de turno- se desplegó un trabajo impecable que permitió estabilizar a nuestra paciente”, enfatizó la doctora Marcia Espinoza Belmar, jefa del Servicio de Urgencia.
La puesta en marcha de la trombolisis en el Hospital Carlos Cisternas de Calama posicionará al recinto asistencial como pionero en la zona en la aplicación de este procedimiento.
