Calidad de vida en paciente epiléptico
El doctor Luis Alvarado, académico de la Universidad de Chile, medirá a través de una investigación las repercusiones de esta patología neurológica que, por lo general, se asocia a trastornos depresivos.
La epilepsia es una afección cerebral crónica, que es acompañada por diversas manifestaciones clínicas, como síntomas motores, sensoriales, autonómicos y psíquicos. Se trata de uno de los trastornos neurológicos más frecuentes pues, Según reportes de la Organización Mundial de la Salud, afecta a alrededor de 50 millones de personas en el mundo.
Quienes padecen esta patología, presentan mayor posibilidad de presentar trastornos psiquiátricos en comparación a la población general. Entre éstos, se encuentran los trastornos afectivos, de ansiedad, de atención e hiperactividad, psicosis y de personalidad. Sin embargo, la depresión es la comorbilidad más frecuente en pacientes con epilepsia, especialmente cuando las convulsiones se originan en los lóbulos frontal y temporal.
Precisamente, el estigma asociado a esta comorbilidad incide en una menor esperanza de vida, puesto que estos prejuicios dificultan el acceso a tratamiento.
Para abordar esta realidad, el doctor Luis Alvarado, junto a profesionales del Instituto de Neurocirugía y académicos de la Escuela de Salud Pública, están llevando a cabo un estudio para medir la calidad de vida de estos pacientes.
"En general, los pacientes con epilepsia poseen tasas de desempleo más altas, tienen menor regularidad laboral y son menos remunerados. Por otra parte, y desde el punto de vista psicosocial, existen variables que influyen negativamente en la adherencia al tratamiento médico -fluctúa entre un 40 y 60 por ciento- y por ende dificulta el éxito de la terapia. Es por ello es que se hace necesario identificar y proponer estrategias de abordaje integral para estos factores recién mencionados”, comentó el facultativo.
Frente a este escenario, la investigación liderada por el doctor Alvarado cuenta con una escala de auto reporte llamada QOLIE 35 (Quality of Life in Epilepsy Invventory), la cual esperan puedan convertirse en un instrumento de utilidad para los distintos servicios de salud pública del país.
"Esta escala entrega información acerca del bienestar emocional del paciente en diversas áreas: la afectiva, la interpersonal, de trabajo, cognitiva, de manejo de las crisis, entre otras. Y es útil porque permite que el médico oriente indicaciones terapéuticas específicas para el paciente y estimule a las distintas instancias de atención a que se preocupen de abordar la enfermedad de forma integral", explicó el profesional.
