Científicos logran controlar desencadenantes del Alzheimer en ratones
Científicos de la Universidad de California, en Estados Unidos, descubrieron en pruebas con ratones un novedoso tratamiento que permitiría destruir las proteínas causantes de la proliferación de plaquetas tóxicas amiloides, las que posteriormente desencadenan el mal de Alzheimer, según publicó la revista “Neuron” en su edición del 5 de agosto de 2004.
Para lograr este resultado, los expertos trabajaron con roedores modificados genéticamente, los que fueron inyectados con anticuerpos destinados a acabar con una lesión específica del cerebro, sustancia que además detuvo el avance del mal de Alzheimer.
El grupo de investigadores, liderado por el doctor Frank LaFerla, logró identificar el efecto de estos anticuerpos en la proteína péptido Aβ, presente en las ratas del experimento, la cual forma parte de las plaquetas amiloides que se alojan en el cerebro y producen la progresiva pérdida de las capacidades intelectuales de los enfermos.
Los autores también descubrieron que estos anticuerpos no sólo eliminan al péptido Aβ del exterior de las neuronas, sino que también de su interior, logrando con ello una mayor “limpieza intracelular”.
Si bien el experimento fue realizado sobre ratas de laboratorio, los científicos creen que los resultados son aplicables en humanos, lo que significaría la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos y métodos para detectar la enfermedad en etapas más tempranas.
Estudios recientes estiman que en las próximas décadas el mal de Alzheimer afectará al 10 por ciento de los mayores de 65 años y al 47 por ciento de los mayores de 80, en todo el mundo. En Chile, la tasa de incidencia de esta enfermedad actualmente llega a los 100 mil casos, mientras que en Estados Unidos existen más de cinco millones de personas que sufren de esta patología degenerativa.
Un conocido portador de este mal fue el ex presidente estadounidense Ronald Reagan, quien falleció a causa de las complicaciones del Alzheimer en el mes de junio de 2004. Su muerte instó a numerosos grupos a exigir al gobierno federal más recursos para investigaciones tendientes a controlar la enfermedad.
Por F.B.
