Junto a equipo médico UV:
HCVB implementó innovadora cirugía para tratar epilepsia refractaria
Especialistas implantaron un estimulador vagal a una joven de 18 años en la primera operación de este tipo practicada en regiones a través del sistema público de salud.
Cerca de dos horas duró la primera cirugía practicada en regiones, a través del sistema público de salud, para tratar un caso de epilepsia aguda o refractaria. La innovadora operación benefició a una estudiante porteña de 18 años, a quien un equipo de especialistas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) y del Hospital Carlos van Buren (HCVB) le implantó un estimulador vagal en la zona infraclavicular.
“Lo que hicimos fue instalarle a la paciente, a nivel subcutáneo, un dispositivo que actúa como un marcapasos cardiaco, ya que emite impulsos eléctricos al nervio vago, los cuales se propagan en forma ascendente a diferentes áreas del cerebro. Este aparato, permite controlar los episodios epilépticos en un 50 por ciento en casos de adultos y entre un 70 a 80 por ciento en casos de niños y adolescentes”, explicó el doctor Andrés Horlacher, neurocirujano y profesor de la UV, quien dirigió el equipo de especialistas que intervino en la operación.
Se trata de una técnica paliativa que en nuestro país comenzó a ser aplicada recién el año pasado y que, hasta ahora, sólo había sido practicada en el Instituto de Neurocirugía de Santiago y en un par de clínicas privadas de la capital.
La paciente fue seleccionada por el equipo de especialistas de los servicios de Neurocirugía, Neurología Infantil y Neurología Adultos del Hospital van Buren, en base al historial clínico que presentaba y luego de que se le practicaran una serie de estudios.
El caso correspondió a una joven afectada por una hidrocefalia provocada por un cuadro previo de meningitis, la cual sufría crisis epilépticas frecuentes, a quien los fármacos ya no le hacen efecto y que ya había sido sometida a otras alternativas quirúrgicas.
“Ella ha tenido múltiples cirugías, en una de las cuales, incluso, se le insertó una válvula. Sus cuadros no podían ser controlados con fármacos, lo que le impedía tener una vida normal. Confiamos en que esta innovadora cirugía le permita disminuir sus crisis hasta que, paulatinamente, las deje atrás”, explicó la doctora Lucila Andrade, neuróloga a cargo de su evaluación y también docente de la Escuela de Medicina de la UV.
Una epilepsia refractaria que no se trate de manera adecuada puede derivar en la merma significativa de las capacidades cognitivas de quien la padece. También puede provocar severas alteraciones psicomotoras y de aprendizaje, con el consiguiente impacto social, laboral y familiar para el afectado que, en la mayoría de los casos, pasa a depender enteramente de terceros.
En Chile alrededor de 10 personas por cada mil habitantes padecen algún tipo de epilepsia. En tanto, el número de casos nuevos que se registran al año es de 114 por cada 100 mil habitantes. Del total de casos, el 30 por ciento corresponde a refractarios y de ellos sólo un tercio son candidatos a cirugía.
Dado su alto costo, este tratamiento quirúrgico se encuentra fuera del alcance de la mayoría de los chilenos, por lo que su incorporación a las cirugías funcionales de los planes de Fonasa fue considerado como un gran avance por los especialistas.
Para el neurocirujano Antonio Orellana y decano de la Facultad de Medicina UV, este procedimiento implica un salto gigantesco en el tratamiento de cuadros que no tenían solución.
“Es indudable que la tecnología actual, unida a una especialidad como la neurocirugía, permite avances que, hasta hace un tiempo, eran impensables. Pero, lo más importante de todo, es lo que significa la alianza estratégica que se da entre un hospital público y una universidad estatal, ya que ella permite que el conocimiento que se genera y en el que se invierten los recursos de todos los chilenos pueda ser aplicado para satisfacer las necesidades reales de la población”, enfatizó la autoridad académica.
