Inauguran ampliación de UCI neonatal en Hospital de La Serena
Un recién nacido ingresado en la UCI de un hospital es un paciente complejo que necesita especial atención tanto médica como de enfermería. La práctica diaria ha demostrado que los pequeños mejoran ampliamente su estado gracias a los cuidados específicos que se realizan en estas unidades. Con el objetivo de brindar una mejor atención a todo recién nacido que tenga en peligro su vida en la Región de Coquimbo, se llevó a cabo la ampliación de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital San Juan de Dios de La Serena, el que contó con una inversión total de 420 millones de pesos, los que se utilizaron también para la compra de nuevas tecnologías hospitalarias.
La unidad fue equipada con ocho nuevas camas de atención y ocho cupos de cuidados básicos. Además, se contrató a seis médicos de 28 horas, seis enfermeras y seis paramédicos que formarán el nuevo turno, con el que la UCIN se transformará en el Centro de Referencia Neonatal para las Regiones de Atacama y Coquimbo.
“Es la única de su tipo en la región, tanto en el ámbito público como privado. Por lo tanto, es el centro de referencia regional para pacientes neonatales con patologías graves. En ella se concentra la atención de los bebés prematuros extremos, menores de 1500 gramos al nacer o menores de 32 semanas de edad gestacional; neonatos con distress respiratorio severo de cualquier causa, cirugía neonatal, retinopatía del prematuro y cardiopatías congénitas”, comentó el doctor Fernando Carvajal Encina, médico jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital San Juan de Dios de La Serena.
“Para cumplir estas funciones contaba sólo con ocho cupos de cuidados intensivos y 16 de tratamiento intermedio, a cargo de sólo un residente neonatal y de tres enfermeras por turno. Esto implicaba un altísimo índice ocupacional y tremenda sobrecarga laboral para el personal. Obviamente esto se traducía en una incapacidad de dar respuesta a la demanda, asumiendo la atención en condiciones precarias, frecuentemente con sobrecupos, altas precoces o, incluso, debiendo trasladar a otras regiones a madres con embarazos de alto riesgo, para que pudiesen tener su bebé en otros hospitales o clínicas privadas, con el alto costo emocional para las familias y económico para el hospital”, dijo.
Consultado sobre las implicancias que significan la inversión en recurso humano, infraestructura y equipamientos el especialista indicó que “evidentemente ampliar los recursos disponibles permite dar respuesta adecuada a la demanda que tenemos y mejorar significativamente la calidad de las atenciones. Con esta ampliación nos transformamos en un polo de desarrollo y nos incorporamos dentro del pool nacional de camas críticas neonatales, pudiendo recibir referencias desde cualquier parte”, puntualizó.


Dr. Fernando Carvajal Encina
