Mayor capacidad aeróbica prolonga la vida
En este este amplio estudio de cohorte con pacientes sometidos a pruebas de esfuerzo en cinta de correr se observa que la condición cardiorrespiratoria se asocia inversamente con la mortalidad por todas las causas.
Los resultados cardiovasculares adversos asociados con el ejercicio vigoroso habitual han suscitado nuevas preguntas con respecto a los beneficios del ejercicio y el acondicionamiento físico.
Para evaluar la asociación entre la mortalidad por todas las causas y el estado físico cardiorrespiratorio en pacientes que se someten a pruebas de esfuerzo en cinta para correr, se realizó un estudio de cohorte retrospectivo en el que se reclutaron a individuos en un centro médico académico de atención terciaria desde el 1 de enero de 1991 hasta el 31 de diciembre de 2014, con una mediana de seguimiento de 8,4 años. El análisis de datos se realizó del 19 de abril al 17 de julio de 2018. Pacientes consecutivos referidos para la prueba de esfuerzo en cinta con límite de síntomas se estratificaron por edad y sexo en grupos de rendimiento: bajo (< del percentil 25), por debajo del promedio (percentil 25 - 49), por encima del promedio (percentil 50 - 74), alto (percentil 75 - 97,6) y de élite (percentil ≥97,7). La exposición correspondió a la condición cardiorrespiratoria, cuantificada por los equivalentes metabólicos máximos estimados en las pruebas en cinta. Finalmente, la principal medida y resultado fue la mortalidad por todas las causas.
La población del estudio incluyó 122.007 pacientes (edad media [DE], 53,4 [12,6] años; 72.173 [59,2%] hombres). La muerte se produjo en 13.637 personas durante 1,1 millones de personas-año de observación. La mortalidad por todas las causas ajustada al riesgo fue inversamente proporcional al estado cardiorrespiratorio y fue menor en el grupo élite. El aumento de los decesos por todas las causas asociada con la reducción del estado cardiorrespiratorio fue comparable o mayor que los factores de riesgo clínicos tradicionales (enfermedad de las arterias coronarias, fumar, diabetes, P < 0,001). En el análisis de subgrupos, el beneficio del grupo élite sobre el grupo de alto rendimiento estuvo presente en pacientes de 70 años o más (CR ajustado, 0,71; IC del 95%: 0,52 a 0,98; P = 0,04) y en hipertensos (CR ajustado, 0,70; IC del 95%: 0,50 a 0,99; P = 0,05). La capacidad cardiorrespiratoria extrema (≥ 2 DE por encima de la media de edad y sexo) se asoció con la menor mortalidad por todas las causas ajustada al riesgo en comparación con todos los otros grupos de rendimiento.
En conclusión, el acondicionamiento cardiorrespiratorio está inversamente asociado con la mortalidad a largo plazo sin un límite superior de beneficio observado. La capacidad aeróbica extremadamente alta se relaciona con mayor supervivencia y beneficios en la tercera edad y en aquellos con hipertensión. El estado cardiorrespiratorio es un indicador modificable de la mortalidad a largo plazo, y los profesionales de la salud deben animar a los pacientes a alcanzar y mantener altos niveles de forma física.
