Estudio DAD
Inhibidores de la proteasa se asocian con el infarto de miocardio
La politerapia antirretrovírica ha tenido un fuerte efecto en la reducción de la morbilidad y mortalidad asociada a la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH-1) tipo 1. Sin embargo, se ha acrecentado la preocupación con respecto al efecto de tal manejo en el peligro de la enfermedad cardíaca coronaria. Resultados previos del estudio DAD (siglas en inglés para Adverse Events of Anti-HIV Drugs) indicaron que la incidencia de infarto de miocardio aumentaba con una exposición más prolongada a la terapia antirretroviral combinada. No está claro si dicha asociación depende de la clase de antirretrovíricos administrados.
Los miembros del grupo de investigación DAD realizaron un estudio para analizar la asociación entre la exposición acumulada a los inhibidores de la proteasa y los inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleosídicos y el riesgo de infarto de miocardio. Se examinaron los datos recabados hasta febrero de 2005 en 23.437 pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana. Se calcularon las tasas de incidencia de infarto de miocardio durante el periodo de seguimiento y las asociaciones entre el infarto de miocardio y la exposición a inhibidores de la proteasa o a inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleosídicos.
Durante los 94.469 años-persona de observación, 345 pacientes sufrieron un infarto de miocardio. La incidencia de la condición aumentó de 1.53 por 1000 años-persona en los pacientes no expuestos a inhibidores de la proteasa a 6.01 por 1000 años-persona en los expuestos a inhibidores de la proteasa durante más de 6 años. Tras el ajuste para la exposición a la otra clase de fármaco y los factores de riesgo cardiovascular demostrados (excepto las concentraciones lipídicas), la tasa relativa de infarto de miocardio por año de exposición a inhibidores de la proteasa fue de 1.16 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 1.10 a 1.23), en tanto que la tasa relativa por año de exposición a inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleosídicos fue de 1.05 (IC del 95%: 0.98 a 1.13). El ajuste para las concentraciones séricas de lípidos redujo aún más el efecto de la exposición a cada clase de fármaco, siendo de 1.10 (IC del 95%: 1.04 a 1.18) y 1,00 (IC del 95%: 0.93 a 1.09), respectivamente.
En conclusión, los inhibidores de la proteasa se asocian a un aumento del riesgo de infarto de miocardio, que se explica en parte por la dislipemia. No se hallaron pruebas de tal asociación para los inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleosídicos; no obstante, el número de años-persona de observación para la exposición a esta clase de fármaco fue menor que para la exposición a inhibidores de la proteasa.
Temas Relacionados
