Infectología
Se optimiza manejo de la infección por VIH
En un examen general debe pensarse en el SIDA no sólo en pacientes con infecciones oportunistas o cáncer asociado, sino también en severamente enfermos como bacteremias neumocócicas o pacientes con enfermedades venéreas o estados de inmunodeficiencias larvados (herpes zoster, candidiasis oral o leucoplasias orales), pacientes que confiesan conductas riesgosas como sexo no protegido o uso de drogas endovenosas. Recientemente el CDC (Control de Enfermedades Infecciosas) propuso el control tipo tamizaje general, con el objeto de aconsejar a los pacientes, tratarlos oportunamente y tener una real estadística de la incidencia. Existe un examen rápido, que en 20 minutos indica si hay un VIH positivo aunque posteriormente esto deba ser confirmado con otros más específicos. Estas pruebas son semejantes a otras que están basadas en una reacción de ELISA, cuya especificidad y sensibilidad son aceptables. Son útiles en mujeres que llegan al parto sin un control previo, en consultorios de ETS y en Servicios de Urgencia, donde es necesaria una evaluación completa y rápida del estado del paciente.
Hecho el diagnóstico se debe enviar a un servicio de apoyo que aconseje al paciente tanto para él como para aquellos con quien conviven. Esta unidad también puede enseñar a prevenir el contagio como el uso de preservativos cuya efectividad se estima en un 87% con una rango entre 60 y 96%. Los exámenes recomendados para un caso recién diagnosticado de VIH, son el hemograma, exámenes de rutina, estudio de la sífilis, detección de hepatitis A, B o C, toxoplasmosis, papanicolau, herpes virus anal y radiografía de tórax. Deben efectuarse también otros exámenes relacionados con la función de algunos órganos que deben estar en buenas condiciones para admitir algunos medicamentos anti-VIH que son tóxicos. Se debe medir también el recuento de CD4 y la carga viral que permite hacer el pronóstico y la indicación terapéutica. Hay que considerar también la resistencia del virus a los medicamentos. Las infecciones oportunistas se manifiestan en especial si los CD4 caen bajo 200 por ml lo que puede reducirse en un 50-80% con profilaxis apropiada.
El tratamiento debe ser lo más precoz posible. La progresión y el fallecimiento se hace cada vez más significativo en aquellos cuyo tratamiento se ha retrasado hasta encontrar recuentos menores de 200 CD4 por ml. Si el recuento es de 350 o más se puede observar al paciente y postergar su tratamiento. Se excepcionan aquellos con carga de ARN-VIH superiores a 100.000 por ml ya que también se asocian a mayor riesgo de progresión.
Este artículo escrito por el Dr. Scott M. Hammer (División de Enfermedades Infecciosas. Centro Médico de la Universidad de Columbia, Nueva York) presenta una tabla con enfermedades oportunistas frecuentes y los medicamentos más usados en un inicio de tratamiento. Destaca que en la actualidad hay 21 antivirales que se agrupan en 5 tipos. En Norteamérica se han aprobado 5 combinaciones de drogas las cuales generalmente se dan de a tres. Lo importante es la tolerancia a los medicamentos y su aceptación o adaptación. Debe cuidarse la toxicidad renal y hepática e incluso alteraciones cardíacas que pueden llevar al infarto del miocardio cuyas probabilidades aumentan en un 26% debido a la alteración del metabolismo de los lípidos.
En resumen, el trabajo enfatiza el hecho de encontrarse con un portador asintomático de VIH para lo cual debemos estar preparados a fin de aconsejarlo, apoyarlo e instruirlo en lo que representa como peligro social si no tiene ciertos cuidados y lo que esta enfermedad representa para él en cuanto a su calidad de vida y sobrevivencia.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2005 Oct 20;353(16):1702-10