Epidemiología
Menor consumo de sal disminuye mortalidad cardiovascular
La dieta contiene un alto contenido de sal, procedente principalmente de los alimentos procesados. La reducción de sal en la dieta es un objetivo potencialmente importante para la mejora de la salud pública. Menor ingesta disminuye la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Lograr esta reducción es un gran desafío, en parte porque el 75-80% de la sal en la dieta proviene de alimentos procesados y no de la sal agregada durante la preparación de los alimentos o el consumo. Muchos países, incluyendo Japón, el Reino Unido, Finlandia y Portugal, han reducido la ingesta poblacional a través de una amplia combinación de regulaciones sobre su contenido en los alimentos procesados, el etiquetado de la comida procesada y preparada, la educación pública y la colaboración de la industria de alimentos.
Docentes de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, cuantificaron los beneficios de las reducciones en la ingestión de sal de hasta 3 g por día (1200 mg de sodio por día). Se estimaron las tasas y los costos de las enfermedades cardiovasculares en subgrupos definidos por edad, sexo y raza, se compararon los efectos de la reducción con los de otras intervenciones destinadas a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular y determinar costo-efectividad de la reducción en comparación con el tratamiento de la hipertensión mediante medicamentos.
La reducción de sal en 3 g por día disminuyó el número anual de nuevos casos de cardiopatía coronaria de 60.000 a 120.000, los accidentes cerebrovasculares de 32.000 a 66.000, y el infarto de miocardio de 54.000 a 99.000, además de bajar el número anual de muertes por cualquier por causa de 44.000 a 92.000. Todos los segmentos de la población se beneficiaron, en donde las mujeres presentaron una menor tasa de accidentes cerebrovasculares, los adultos mayores menos eventos de cardiopatía coronaria, y los adultos más jóvenes tuvieron mortalidad más baja. Los beneficios cardiovasculares estuvieron a la par con las reducciones del consumo de tabaco, la obesidad y los niveles de colesterol. Una intervención diseñada para lograr una reducción en la ingesta de sal de 3 g por día permitiría salvar 194.000 a 392.000 años-vida y US$ 10 millones a US$ 24 mil millones en costos de atención médica cada año. Incluso una modesta reducción de 1 g por día sería más rentable que el uso de medicamentos para bajar la presión arterial en todas las personas con hipertensión.
Se concluye que una reducción modesta de sal en la dieta podría reducir los eventos cardiovasculares y los gastos médicos, y por lo tanto, debería ser objetivo importante de salud pública.
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