Cardiología
Inmunización activa puede reducir la presión arterial
La presión arterial alta es el factor de riesgo más común para las enfermedades cardiovasculares. El accidente cerebrovascular y la enfermedad cardíaca isquémica provocan 7,6 millones de muertes prematuras en todo el mundo. Aproximadamente la mitad de estos eventos son atribuibles a la hipertensión. Los actuales enfoques contra la condición están centrados en la vacunación, a través de la angiotensina I y angiotensina II, componentes claves del sistema renina-angiotensina. La eficacia y seguridad a largo plazo del bloqueo del sistema renina-angiotensina con pequeños fármacos antihipertensivos está bien documentada.
Por ejemplo, la fase I/II de la vacuna PMD3117 para la angiotensina I ha demostrado seguridad y e inmunogenicidad en humanos, aunque anticuerpos específicos de la angiotensina no han sido capaces de reducir la presión arterial, probablemente debido a niveles insuficientes de anticuerpos. Una segunda vacuna, dirigida a la angiotensina II, ha sido probada clínicamente. La administración de CYT006-AngQb a sujetos con hipertensión leve a moderada fue segura y bien tolerada. Después de tres administraciones de 300 ug de vacuna, la presión arterial ambulatoria se redujo significativamente en comparación con placebo. La administración fue particularmente eficaz en la mañana, donde la presión arterial sistólica y diastólica se redujo en -25 mmHg y -13 mmHg, respectivamente.
Para los autores de esta revisión, se requieren más estudios que demuestren seguridad y solidez en el tiempo respecto a la reducción de la hipertensión. También será importante determinar si la disminución de la presión arterial en la madrugada, cuando se producen la mayoría de los eventos cardiovasculares, puede generar beneficios a largo plazo en comparación a las actuales terapias.
Temas Relacionados
