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14 Noviembre 2008

Pediatría

La adiposidad perjudica la presión arterial de niños y adolescentes

Estos datos indican que el peligro de mayor presión arterial, particularmente la sistólica, se eleva conjuntamente con mayores valores de índice de masa corporal. Los autores sugieren que el tratamiento de la masa corporal como variable continua es el método más adecuado para evaluar el riesgo de hipertensión en pediatría.

La hipertensión arterial es un problema mundial de salud pública. Por ejemplo, su prevalencia en los adultos chinos aumentó de 11,3% en 1991 a 27,2% en 2000. Durante este período, también aumentó la presencia del sobrepeso y obesidad. De 1992 a 2002, ambas condiciones en los niños de edades comprendidas entre 0-6 y 7-17 años aumentaron en 31,7% y 17,9%, respectivamente. En los adultos, existe una reconocida asociación positiva entre el índice de masa corporal (IMC) y la hipertensión. Sin embargo, se disponen de pocos datos en pediatría, pero sería lógico pensar que la asociación también esté presente en niños. Aunque el IMC se correlaciona directamente con las medidas de adiposidad, como la grasa corporal total, la grasa del tronco y el porcentaje de grasa corporal, no se suele distinguir la masa corporal magra (por ejemplo, el músculo, tendón y hueso) de la masa grasa. Por lo tanto, se ha sugerido que el IMC se divida en sus dos componentes: el índice de masa grasa (IMG) y el índice de masa magra (IMG). Las proporciones de masa magra y masa grasa cambian drásticamente durante la pubertad y difieren entre niños y niñas. Se necesitan más estudios para examinar la asociación entre adiposidad y PA para comprender mejor la relación y los mecanismos biológicos subyacentes durante un período crítico del desarrollo: la infancia y adolescencia.

Pediatras de la Universidad de Feinberg en Chicago, Estados Unidos, investigaron la asociación entre la adiposidad y la presión arterial en 1330 niños y 1170 niñas de edades entre 6 y 18 años de una población rural china estudiada en 1998 y 2000. Los resultados incluyeron PA sistólica (S) y diastólica (D) y se realizaron regresiones logísticas para evaluar las asociaciones género-específicas entre diversas medidas de adiposidad y PA, con ajuste por edad y altura.

La media de IMC y el porcentaje de grasa corporal en niños de edades comprendidas entre 6-11 años fue de 14,9 kg/m2 y 9,7%, respectivamente; las medidas correspondientes a niños de edades entre 12-18 años fueron de 17,8 kg/m2 y 14,2%. La adiposidad estuvo más fuertemente asociada con la PAS (p < 0,05 en todos los estratos de edad) en comparación a la PAD (p < 0,05 solamente en niños de edades comprendidas entre 6-11 años). Tanto el IMG (beta = 1.26-2.37) y IMG (beta = 1.00-1.71) se asociaron con la PAS a través de la edad y el género después de ajustar por edad y talla (p <0,05).

En conclusión, estos resultados indican que, en esta población de niños, niñas y adolescentes, la presión arterial, en particular la PAS, se asoció positivamente con la adiposidad. De todas las medidas, el IMC representó el predictor más significativo.

Fuente bibliográfica

Arch Dis Child 2008; 93(9):738–744

Ciencia y Medicina

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