Reumatología
Infliximab mejora los síntomas clínicos de la artritis reumatoide
Si bien un régimen combinado con un antagonista de factor de necrosis tumoral podría ser considerado la típica opción para el tratamiento de esta enfermedad, los fármacos antirreumáticos convencionales no deberían ser excluidos totalmente de la terapia.
Nuevas opciones de tratamiento han dado lugar a notables cambios en el abordaje terapéutico de la artritis reumatoide. En concreto, los resultados de los ensayos clínicos aleatorios muestran que antagonistas del factor de necrosis tumoral como el adalimumab, etanercept e infliximab, en combinación con metotrexato, ofrecen resultados superiores en comparación a metotrexato solo. Sin embargo, los datos de estos ensayos también indican que un importante subgrupo de pacientes (20-40%) tiene una buena respuesta clínica a la monoterapia. Algunos investigadores han sugerido que estos individuos se podrían identificar prospectivamente con características específicas de referencia. Sin embargo, en la práctica, los médicos pueden optar por la monoterapia con metotrexato durante un corto período, y poder detectar a las personas que no necesiten estrategias terapéuticas intensivas.
Reumatólogos del Hospital Universitario Karolinska, Estocolmo, Suecia compararon la adición de antirreumáticos convencionales modificadores de la enfermedad (hidroxicloroquina y sulfasalazina) y la de un antagonista del factor de necrosis tumoral (infliximab) a metotrexato. Se realizó un ensayo aleatorio en 15 unidades suecas de reumatología con personas con artritis reumatoide temprana (duración de los síntomas menos de 1 año) bajo metotrexato (hasta 20 mg por semana). Después de 3-4 meses, los que no habían logrado disminuir la enfermedad se asignaron aleatoriamente a hidroxicloroquina y sulfasalazina o a infliximab. Los pacientes fueron seguidos hasta 24 meses, aunque aquí se presentan los resultados a 12 meses. El análisis fue por intención de tratar.
Inicialmente, se matricularon 487 pacientes. De 258 que no habían logrado bajar la actividad de la enfermedad con metotrexato, 130 se asignaron a hidroxicloroquina y sulfasalazina, y 128 a infliximab. Treinta y dos de 130 (25%) bajo hidroxicloroquina y sulfasalazina lograron el resultado primario en comparación con 50 de 128 (39%) con infliximab (riesgo 1,59 [IC 95% 1,10-2,30], p = 0,0160). Los eventos adversos fueron similares entre los dos grupos y se ajustaron a los descritos. No hubo mortalidad en ningún grupo.
En conclusión, en pacientes con artritis reumatoide temprana, en los que fracasó el tratamiento con metotrexato, la adición de un antagonista del factor de necrosis tumoral a la monoterapia con metotrexato fue clínicamente superior a la convencional con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad.
Temas Relacionados
