Pediatría
Los pescados y aves disminuyen eccema infantil
El eccema en niños es un problema de salud en todo el mundo, aunque la incidencia varía. Sin embargo, se sabe que la herencia ejerce una gran influencia, y los alimentos y su período de introducción pueden tener un importante efecto en el inicio de los síntomas y la severidad. Si bien se sabe que se ha producido un aumento sustancial en la prevalencia de enfermedades alérgicas durante las últimas décadas, las razones aún son desconocidas, a pesar de la intensa investigación realizada. La baja presencia de situaciones alérgicas en Europa oriental se debería a una diferencia en la flora intestinal. Además, los datos de estudios con animales sugieren que el contacto precoz con alérgenos podría proporcionar protección frente a una posterior sensibilización, lo que ha sido apoyado por recientes resultados epidemiológicos. Sin embargo, otros estudios han reportado conclusiones diferentes.
Bernt Alm y colegas de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, investigaron la prevalencia del eccema entre lactantes, describieron pautas para la introducción de alimentos y evaluaron los factores de riesgo a un año de edad. Los datos se obtuvieron a partir de un estudio prospectivo, con niños nacidos en el oeste de Suecia en 2003, 8.176 familias fueron seleccionadas al azar y, 6 meses después del nacimiento del bebé, fueron invitadas a participar y recibir cuestionarios. Se aplicó una segunda encuesta cuando los niños tenían 12 meses de edad. Los datos de ambos cuestionarios se obtuvieron de 4921 niños (60,2% de la población seleccionada).
Al año de edad, el 20,9% de los lactantes tenía eczema, o lo había sufrido. La media de edad de inicio de la sintomatología fue de 4 meses. En el análisis multivariable, la ocurrencia familiar de la enfermedad, especialmente en hermanos (R 1,87; intervalo de confianza del 95% (IC) 1,50 a 2,33) o en la madre (R 1,54; IC del 95%: 1,30 a 1,84), se mantuvo como un factor de riesgo independiente. La introducción de pescados antes de los 9 meses (R 0,76; IC del 95%: 0,62 a 0,94) y de aves (R 0,35; IC del 95%: 0,17 a 0,75) en la alimentación fue beneficioso.
En conclusión, uno de cada cinco niños sufre de eccema durante el primer año de vida. La condición familiar aumentó el riesgo, mientras que la introducción temprana de pescados y aves lo disminuyó. La lactancia materna y el tiempo de introducción de leche y huevos no modificaron el peligro.
Temas Relacionados
