Cardiología
Uso de biomarcadores mejora la predicción de mortalidad cardiovascular
La evaluación del peligro cardiovascular con el uso de factores de riesgo establecidos no explica con todo detalle el desarrollo de enfermedades cardiovasculares en la comunidad. Aunque varios marcadores biológicos nuevos se han asociados con un aumento relativo de eventos cardiovasculares independientemente de los ya conocidos, estos no han mostrado contribuir sustancialmente a la estratificación del riesgo en cada paciente. Una mejor evaluación sería de gran valor clínico si se pudiese identificar con mayor exactitud las personas que tienen un elevado riesgo de enfermedad cardiovascular y que podrían ser objeto de medidas preventivas. Los factores de riesgo establecidos no reflejan directamente el daño celular del miocardio, disfunción ventricular izquierda, insuficiencia renal y la inflamación, condiciones clínicas que han demostrado estar asociadas a enfermedades cardiovasculares y muerte. Las hipótesis señalan que la adición de una combinación de marcadores biológicos para estas vías fisiopatológicas podría añadir información pronóstica importante respecto al riesgo de muerte por causas cardiovasculares.
Docentes del Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Uppsala, en Suecia, investigaron si una combinación de marcadores biológicos serían capaces de reflejar daños al miocardio, disfunción ventricular izquierda, insuficiencia renal e inflamación (troponina I, péptido natriurético pro-cerebral N-terminal, cistatina C y proteína C reactiva, respectivamente) y permitir mejorar el análisis de peligro de una persona más allá de una evaluación basada en factores de riesgo establecidos para la enfermedad cardiovascular (edad, presión arterial sistólica, uso o no uso de tratamiento antihipertensivo, colesterol total, colesterol HDL, uso o no uso de hipolipemiantes, presencia o ausencia de diabetes, tabaquismo e índice de masa corporal).
Durante el seguimiento (10 años como promedio), 315 de los 1135 participantes (edad media, 71 años al inicio) fallecieron; 136 muertes fueron resultado de enfermedades cardiovasculares. En los modelos ajustados de Cox para los factores de riesgo establecidos, todos los marcadores biológicos predijeron significativamente el riesgo de muerte por causas cardiovasculares. La estadística C aumentó significativamente cuando los cuatro biomarcadores se incorporaron a un modelo con los factores de riesgo establecidos, tanto en toda la cohorte (estadística C con biomarcadores versus sin biomarcadores, 0.766 versus 0.664; P < 0.001) como en el grupo de 661 participantes sin enfermedad cardiovascular al inicio (0.748 versus 0.688, P = 0.03).
Finalmente, estos datos sugieren que en hombres ancianos con o sin enfermedad cardiovascular, la adición simultánea de biomarcadores de anormalidades cardiovasculares y renales, mejora sustancialmente las evaluaciones de riesgo para la mortalidad por causa cardiovascular en comparación a un modelo basado únicamente en los factores de riesgo establecidos.
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