El rebrote de la fiebre quebrantahuesos
El virus del dengue ha aumentado su incidencia y distribución geográfica durante las últimas décadas. Distintos factores explican la expansión de una enfermedad que amenaza a América Latina y el Caribe.
En la Conferencia Internacional de Sanidad de 1881 realizada en Washington, Estados Unidos, ocurrió un hito para la medicina. Por primera vez, se presentaban investigaciones que sugerían que el mosquito Aedes aegypti era un vector biológico [1].
Pese a que un principio la teoría del doctor cubano Carlos Finlay (1833-1915) se recibió con incredulidad, con el paso del tiempo la ciencia puso su atención en este pequeño insecto, portador de patologías como la fiebre amarilla, chikunguña y la fiebre del Zika, y responsable de la propagación de una enfermedad que golpea con dureza a Latinoamérica: el dengue.
En los primeros tres meses de 2024, los casos superan los 3,5 millones y las muertes llegan a mil, cifras que triplican las alcanzadas durante el mismo periodo del año pasado [2]. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido tres alertas epidemiológicas [3], la primera de ellas en septiembre de 2023, advirtiendo que la región podría enfrentar una severa crisis.
Ataque repentino
El virus del dengue (DENV) es un arbovirosis de carácter endémico-epidémico, transmitido por la picadura de mosquitos hembra de la especie Aedes. Pertenece al género Flavivirus de la familia Flaviviridae y lo constituyen cuatro serotipos serológicamente diferenciables que comparten analogías estructurales y patogénicas. A pesar de que todos pueden producir las formas graves, el dos y tres han sido asociados con mayor frecuencia a casos más complejos.
Su presentación clínica incluye desde pirexia indiferenciada o fiebre con cefalea, malestar general, dolores osteomioarticulares -con o sin exantema-, leucopenia y algún tipo de sangrado, hasta choque hipovolémico por extravasación de plasma, trombocitopenia moderada o intensa y grandes hemorragias en el aparato digestivo y otras localizaciones [4].
Se cree que su nombre proviene de los términos dinga o dyenga, de la lengua africana suajili -continente de origen del Aedes aegypti-, utilizados para describir un “ataque repentino parecido a un calambre o estremecimiento provocado por un espíritu malo”. En algunas naciones centroamericanas se le conoce popularmente como la fiebre quebrantahuesos, en alusión al dolor que el virus puede llegar a causar en sus huéspedes.
Transmisión cíclica
El dengue es endémico en 129 países, todos ubicados en regiones tropicales y subtropicales. Se encuentra distribuido en zonas donde habita el vector transmisor -desde los 30º de latitud norte hasta los 20º de latitud sur- siendo el Caribe, América Central y del Sur, Hawái, Sudeste Asiático, Pacífico Sur y África Central y Occidental las zonas más afectadas. En Europa, se asocia principalmente a los viajes. Sin embargo, desde 2010 se han notificado casos autóctonos en Croacia, España, Francia, Israel, Italia y Portugal [5].
De acuerdo con la OPS, su incidencia y distribución geográfica han aumentado debido a factores como el crecimiento de la población, mala planificación urbana, hacinamiento, deterioro de los sistemas de salud, escaso control del agente transmisor, deficiente provisión y almacenaje de agua, falta de políticas preventivas, migración y el calentamiento global, fenómeno que genera episodios de altas temperaturas, fuertes precipitaciones y humedad, condiciones que favorecen la reproducción del mosquito.
Los reportes más antiguos datan de la dinastía Jin en China (266-420). La primera descripción en la literatura médica se dio tras un brote en Filadelfia, Estados Unidos, en 1780 [6]. Se expandió con fuerza durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que el primer brote importante de dengue hemorrágico ocurrido en las Américas fue notificado por Cuba, en 1981 [7]. Su transmisión es cíclica y suelen ocurrir grandes olas cada tres o cuatro años. Asia, África y América del Norte, Central y Sur han sufrido epidemias que dejaron millones de víctimas.
Estrategia complementaria
Durante la pandemia por COVID 19 disminuyeron los casos y notificaciones, pero a partir de 2023 se observa un aumento en los indicadores, además de brotes simultáneos que se extienden a zonas anteriormente no afectadas [8]. En Latinoamérica, los países con más problemas son Brasil, Paraguay y Argentina al concentrar el 92% de los casos y 87% de las muertes [9]. México, Perú, Bolivia y Colombia también muestran fuertes alzas.
En 2023 se registraron 4,1 millones de casos, una cifra récord. Sin embargo, autoridades de la OPS adelantan que esta podría ser la peor temporada de dengue en la región. En este escenario, eliminar criaderos de mosquitos, utilizar repelentes y proteger puertas y ventanas son métodos prácticos de prevención. Mantener a la población informada es clave, al igual que identificar los síntomas oportunamente para iniciar un adecuado manejo del dolor.
Por ahora, no existe un tratamiento específico, pero la ciencia trabaja en la búsqueda de vacunas. Actualmente existen dos: CYD-TDV y TAK-003. Ambas están aprobadas en varios países y contienen virus atenuados y tetravalentes.
La OMS respalda su eficacia para disminuir las hospitalizaciones y cuadros graves. Pese a que aún no comunica directrices sobre su aplicación en la población general, sí sugiere priorizar grupos de riesgo en zonas endémicas y entornos de alta transmisión.
“Las vacunas que tenemos en este momento no son la mejor respuesta para reducir el contagio y evitar muertes. No van a doblegar la epidemia de dengue. Deben usarse en un marco de complementariedad con acciones preventivas como el control del vector y la educación”, afirmaron en rueda de prensa representantes de la OPS [10].
A tomar nota, hay mucho aún por hacer.
Referencias
[1] Mateos Jiménez J. B. (2005). Actas de las conferencias sanitarias internacionales (1851-1938) [Proceedings of the International Sanitary Conferences (1851-1938)]. Revista espanola de salud publica, 79, 339–349.
[2] Actualización Epidemiológica - Aumento de casos de dengue en la Región de las Américas - 29 de marzo del 2024. https://www.paho.org/es/documentos/actualizacion-epidemiologica-aumento-casos-dengue-region-americas-29-marzo-2024
[3] Alerta Epidemiológica - Aumento de casos de dengue en América Central y el Caribe - 15 de septiembre de 2023. https://www.paho.org/es/documentos/alerta-epidemiologica-aumento-casos-dengue-america-central-caribe-15-septiembre-2023
[4] Gubler, D. J. (1998). Dengue and dengue hemorrhagic fever. Clinical Microbiology Reviews, 11(3), 480–496.
[5] Nota descriptiva. Dengue – Situación mundial. https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON498
[6] Halstead, S. B. (1992). The XXth century dengue pandemic: need for surveillance and research. World Health Statistics Quarterly. Rapport Trimestriel de Statistiques Sanitaires Mondiales, 45(2–3), 292–298.
[7] Kourí, G., Guzmán, M. G., & Bravo, J. (1986). Hemorrhagic dengue in Cuba: history of an epidemic. Bulletin of the Pan American Health Organization, 20(1), 24–30.
[8] Nota descriptiva. Dengue – Situación mundial. https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON498
[9] Nota descriptiva. OPS llama a la acción colectiva ante el aumento récord de casos de dengue en las Américas. https://www.paho.org/es/noticias/28-3-2024-ops-llama-accion-colectiva-ante-aumento-record-casos-dengue-americas
[10] Conferencia de Prensa. Sesión informativa sobre dengue y otros temas de salud en las Américas. https://www.youtube.com/watch?v=Ivlu_L1YfrQ
Por Óscar Ferrari Gutiérrez
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