Siete factores claves
Los secretos para prevenir el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una demencia que ya cuenta con más de 100 años de historia, luego que en noviembre de 1901 ingresara en el hospital de enfermedades mentales de Frankfurt una paciente de 51 años de edad con un llamativo cuadro clínico de cinco años de evolución. Tras comenzar con un delirio celotípico, la paciente llamada Auguste Deter, había sufrido una rápida y progresiva pérdida de memoria acompañada de alucinaciones, desorientación en tiempo y espacio, paranoia, trastornos de la conducta y un grave trastorno del lenguaje. Después de la muerte de Auguste, su cerebro fue estudiado por el neuropsiquiatra alemán, Alois Alzheimer, quien presentó a la comunidad médica el caso de esta enfermedad que hoy lleva su nombre.
La prevalencia de esta patología ha ido aumentando a medida que la población mundial envejece. Actualmente hay 33,9 millones de personas enfermas y se calcula que en los próximos 40 años, esta prevalencia se va a triplicar. Según comentó en una entrevista a SAVALnet la doctora Luz María Arellano, neuróloga de la Corporación Alzheimer Chile, “el Alzheimer es la causa del 50 % de todas las demencias, es decir, a los 90 años uno podría esperar que la mitad de las personas tengan la enfermedad de Alzheimer. En Chile no se conoce la cifra exacta porque no hay estudios poblacionales exactos, pero lo que sí está claro es que nuestra población está envejeciendo, la esperanza de vida es cada vez mayor y entre más vive la gente, mayor es el porcentaje de las personas con deterioro cognitivo”.
En este contexto y ante la ausencia de tratamientos preventivos y curativos para esta enfermedad progresiva e irreversible, cada vez hay más interés por encontrar estrategias que puedan ser útiles en la prevención. Así lo hizo un estudio publicado recientemente en la revista británica Lancet Neurology y presentado la semana pasada en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer. La investigación, encabezada por Deborah Barnes, profesora adjunta del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, plantea que hasta la mitad de los casos se pueden atribuir potencialmente a siete factores de riesgo prevenibles: tabaquismo, sedentarismo, escasa actividad mental, hipertensión, diabetes, obesidad y depresión.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores desarrollaron un modelo matemático basado en distintos análisis y estudios de la enfermedad, con el que calcularon el impacto de estos factores. Según los autores, una reducción del 25% en estas condiciones o tipos de conducta, podría evitar hasta tres millones de casos a nivel mundial.
Por ejemplo, descubrieron que una mejor educación ayudaría a evitar futuros casos de demencia. Ello, pues el analfabetismo impide que el cerebro se desarrolle como debería y las personas cuentan con menor reserva mental para etapas posteriores de la vida. También, combatir un estilo de vida sedentario y la depresión aportaría el mayor impacto en cuanto a prevención. El hábito de fumar representa el segundo mayor impacto en casos a nivel mundial, seguido por la falta de ejercicio.
Encuesta: Alzheimer, enfermedad más temida
La prevención es una opción particularmente atractiva si se considera que para la población mundial, la enfermedad de Alzheimer es el segundo mayor temor relacionado con la salud después del cáncer. Así lo reveló una encuesta realizada en Estados Unidos, Francia, Alemania, España y Polonia.
El miedo al Alzheimer aumenta con la edad, pero incluso los adultos jóvenes están preocupados, y aproximadamente una de cada siete personas entre 18 y 34 años elige el Alzheimer como la enfermedad que tiene más miedo a contraer.
Los resultados a nivel global de este sondeo también revelan que más del 85% de los encuestados afirman que si se vieran afectados por pérdida de memoria o confusión, les gustaría saber si la causa de estos síntomas es la enfermedad de Alzheimer. Asimismo, más del 94% también lo desearía si un miembro de su familia presentara estos síntomas. De todos modos, ya sabe cómo empezar a prevenir esta patología o, por lo menos, disminuir las probabilidades.
