Estrés laboral y sedentarismo: peligrosa combinación para el corazón
Según la encuesta de Calidad de Vida y Salud, realizada por el Ministerio de Salud en 2006, el 89,2% de la población chilena es sedentaria, es decir, 9 de cada 10 personas no realiza actividad física periódica. Esto es preocupante si lo combinamos con otro estudio del Minsal que revela que en nuestro país, una de cada cuatro personas se siente en un estado permanente de estrés, siendo esta patología más elevada en las mujeres: más del 13% se siente estresada "siempre".
En este contexto de escases de actividad física y con una de las jornadas laborales más largas del mundo, es necesario advertir que esta combinación puede ser fatal para el corazón. Así lo demuestra una investigación danesa que realizó un seguimiento durante 30 años a casi 5.000 trabajadores del país escandinavo. "Los hombres en baja forma que trabajan durante muchas horas tienen un riesgo más elevado de morir a causa de una cardiopatía isquémica", aseguraron los autores de este trabajo, que fue publicado recientemente en la revista científica 'Heart'.
Y es que los beneficios del deporte en la salud son cada vez más evidentes. Según cuenta en una entrevista a SAVALnet el doctor Patricio Venegas, jefe del servicio de cardiología de Clínica Las Condes, hay una acción directa del ejercicio en cuanto a beneficios importantes sobre la enfermedad cardiovascular. “Por ejemplo, produce diminución de infarto al miocardio, de enfermedad coronaria tanto mortal como no mortal. Y la actividad física no solamente actúa a ese nivel, sino que también disminuyendo la diabetes, la hipertensión, los accidentes cerebrales vasculares e incluso se ha visto menos incidencia de cáncer de mama en la mujer o cáncer de colon en ambos sexos en las personas activas. Todo esto además de la salud mental. En los niños disminuye la obesidad infantil y mejora la forma de relacionarse entre ellos”, comentó.
En cuanto a los efectos del estrés en el corazón, el doctor Venegas dice que “sin lugar a dudas que el estrés laboral juega un rol tremendamente importante y negativo en las enfermedades cardiovasculares. Vemos pacientes que uno dice ¿por qué se infartó si no tenía factores de riesgo? Y ahí aparece el estrés como el factor más importante. Antes esto, el especialista explica que “las hormonas del estrés producen un aumento de éste en las paredes. Si uno está muy estresado y anda acelerado, sumado a otros factores como tabaquismo y colesterol, se puede inflamar el epitelio y al producirse daño se rompe la placa y se genera un infarto. Además, se ha visto que hay cuadros infecciosos específicos que se asocian también a esta inflamación de las placas y frente al estrés se pueden romper”, comentó.
La investigación
El estudio danés, realizado a empleados de entre 40 y 59 años de edad, demuestra muy bien los negativos efectos de esta peligrosa combinación. Tras someter a los participantes a una prueba de esfuerzo y evaluar las condiciones laborales de cada individuo, los resultados fueron reveladores.
Más de dos tercios de ellos trabajaban entre 41 y 45 horas a la semana, mientras que un 18% de la muestra tenía horarios aún más prolongados. Durante el seguimiento, un total de 587 hombres (un 12% de los varones estudiados) falleció a causa de un problema de corazón.
Con esto, el análisis de los datos obtenidos puso de manifiesto que la unión de mucho trabajo y poca actividad física resultaba muy peligrosa para el corazón. "Trabajar más de 45 horas a la semana se asociaba con un elevado riesgo de mortalidad cardiovascular entre los hombres que están en baja forma", comentan en su trabajo los investigadores, quienes subrayan que este mayor índice de mortalidad no se observó en aquellos cuya condición física era buena o muy buena.
En sus conclusiones, los investigadores explican que el exceso de trabajo es capaz de elevar la presión arterial y la frecuencia cardiaca durante un espacio prolongado de tiempo, lo que termina afectando a la salud cardiovascular. Además, trabajar demasiado reduce el tiempo necesario para el descanso, lo que también podría afectar al corazón.
En esta misma línea, la hipótesis plantea que el ejercicio sería especialmente beneficioso en las personas muy atareadas, ya que les ayudaría a afrontar mejor las largas jornadas y mejoraría su capacidad de recuperación tras un esfuerzo.
Aunque los resultados son claros y evidentes, los autores reclaman más investigaciones al respecto que validen sus conclusiones y prueben si son aplicables a las mujeres y a las personas de otras razas.
