Neurología
Música como terapia tras un accidente cerebrovascular
Un reciente estudio publicado por la Cochrane Library, establece que la musicoterapia podría ser una excelente alternativa a la hora de rehabilitar pacientes que sufrieron un infarto cerebral, ya que descubrieron que la estimulación rítmica auditiva era muy útil para mejorar la funcionalidad de los miembros inferiores y la capacidad para caminar en pacientes que habían sufrido un ictus.
Sonido, ritmo, melodía y armonía son los elementos esenciales de la música que utiliza la musicoterapia para tratar las afecciones tanto físicas como psicológicas de los pacientes que se someten a ella. Si bien fue en la segunda mitad del siglo XX que surgió y se desarrolló esta novedosa disciplina a nivel mundial, sus orígenes se remontan a la antigua Grecia. El famoso Aristóteles fue el primero en teorizar sobre la gran influencia de la música en los seres humanos. A él se debe la teoría del Ethos, la cual es fundamental para la musicoterapia ya que considera que los elementos de la música ejercen efectos sobre la parte fisiológica emocional, espiritual y sobre la fuerza de voluntad del hombre, y debido a ello se estableció un determinado Ethos a cada modo o escala, armonía o ritmo.
Con estas lejanas bases, en los años 1950 se crearon los primeros programas universitarios para la formación de musicoterapeutas en Estados Unidos y Europa. Así, se fue desarrollando y en el Congreso Mundial de Musicoterapia, realizado en París en 1974, se definió a esta disciplina como “una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva por parte del paciente”.
En Santiago, la Facultad Artes de la U. de Chile realizó en 1977, con el patrocinio de la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina Norte, el Primer Seminario Chileno de Musicoterapia a nivel de postgrado. Desde entonces se han realizado eventos, cursos prácticos y teóricos que han permitido una especialización sistemática y una formación continua en esta área.
Pero, ¿para qué tipo de patologías es realmente efectiva esta terapia de la música? Un reciente estudio publicado en la base da datos Cochrane, demuestra que podría ser muy útil para las personas que sufren infarto cerebral. Esto es especialmente importante si se considera que cada año alrededor de 20 millones de personas sufren un infarto de este tipo en el mundo. Esta condición puede dar lugar a alteraciones en la función motora, lenguaje, cognición, el procesamiento sensorial y trastornos emocionales, y en la mayoría de los casos reduce la calidad de vida de los supervivientes. Aquí, la musicoterapia tendría un rol fundamental en el periodo de rehabilitación, ya que si bien muchos logran superar el ataque, a menudo tienen que acudir a ayuda profesional para superar las secuelas motoras, comunicativas o sensitivas que puede causar el ictus.
La investigación sugiere específicamente que la estimulación rítmica auditiva -un tipo de musicoterapia que se basa en la conexión entre ritmo y movimiento- podría ser útil para mejorar la velocidad, la cadencia y la amplitud de los pasos en pacientes con problemas de movilidad en las extremidades inferiores. "Nuestros resultados son alentadores", comentan los autores de esta investigación, aunque remarcan que antes de establecer nuevas recomendaciones para la práctica clínica, es necesario que otros estudios ratifiquen sus conclusiones.
Cómo lo descubrieron
Los investigadores revisaron siete trabajos con 184 participantes que, previamente, habían analizado la efectividad de la musicoterapia -ejercida por especialistas debidamente formados- en la recuperación de personas con daño cerebral adquirido. Al cruzar los datos recopilados por cada investigación, los autores encontraron que la gran heterogeneidad de metodologías no facilitaba la comparación de los resultados.
Sin embargo, sí vieron que dos de los estudios sugerían claramente que la estimulación rítmica auditiva era útil para mejorar la funcionalidad de los miembros inferiores y la capacidad para caminar en pacientes que habían sufrido un ictus. "Esto sugiere que el ritmo puede ser fundamental para facilitar la movilidad en este tipo de enfermos", comentan los investigadores.
Si bien esto puede ser un gran hallazgo como alternativa para las terapias de rehabilitación en pacientes con problemas para caminar, la evidencia científica proporcionada por estos trabajos no era suficiente para recomendar la terapia musical en el tratamiento de problemas en las extremidades superiores, el lenguaje o la orientación cognitiva, por lo que los investigadores reclaman nuevos estudios clínicos amplios y controlados al respecto.
