Química verde: los beneficios médicos de las pantallas LCD
La mayoría de los residuos electrónicos son exportados desde los países desarrollados a los que están en vías de serlo, muchas veces violando leyes internacionales. Esto se ve demostrado en el informe titulado “Exportando daño: la basura de la alta tecnología en Asia”, el cual denuncia que Estados Unidos utiliza a países asiáticos como China, India y Pakistán como basureros de desechos electrónicos. Y las cifras son alarmantes: se estima que entre el 50 y el 80% de este tipo de residuos recogidos para reciclar en Estados Unidos acaban siendo enviados a otros países. Lamentablemente esta práctica es legal ya que ellos no han firmado el Convenio de Basilea, un tratado medioambiental de la ONU que prohíbe la exportación de desechos peligrosos de países desarrollados a naciones en vía de desarrollo.
Si bien es cierto que los receptores de estos desechos reciben dinero por ello, el daño que les produce es inmensamente mayor. En el año 2000, China intentó prevenir este tipo de comercio prohibiendo la importación de residuos electrónicos. Sin embargo, éstos siguen llegando a Guiya en la provincia de Guangdong, el principal basurero de productos electrónicos de China. Asimismo, en India se constata que solo en Deli existen 25.000 trabajadores en los vertederos donde se manipulan cada año entre 10.000 y 20.000 toneladas. También se han encontrado otros basureros de residuos electrónicos en las ciudades de Meerut, Ferozabad, Chennai, Bangalore y Mumbai.
Pero qué pasaría si estos desechos pudieran ser utilizados para beneficiar a las personas, en vez de perjudicarlas. Seguramente el porcentaje de exportaciones de los residuos sería menor. Y es que esta idea no está tan lejos de ser realidad, ya que un equipo de investigadores de la universidad británica de York, estudia cómo convertir las pantallas viejas de cristal líquido (LCD) en materiales útiles para la biomedicina, protegiendo a la gente de las infecciones bacterianas.
Así, estos científicos tienen el doble objetivo de ayudar a disminuir el gran problema medioambiental y, además, colaborar en el mundo de la medicina al descubrir un nuevo método para combatir las infecciones por bacterias. Específicamente, la idea es aprovechar las pantallas LCD viejas, convirtiendo el polivinilo de alcohol (PVA) que contienen en un agente anti-microbiano.
Según su estudio, esta sustancia podría utilizarse para combatir algunos tipos de infecciones bacterianas, concretamente las de Escherichia coli y algunas cepas de estafilococos aureus. Antes, ya habían utilizado el PVA para ayudar a regenerar tejido humano o para que un medicamento llegara a una parte concreta del cuerpo. "Ahora hemos dado un paso más allá al mejorar sus propiedades antimicrobianas añadiendo nanopartículas de plata, con el resultado de que pueden destruir infecciones bacterianas. Podría utilizarse en productos de limpieza en hospitales para ayudar a reducir las infecciones", comenta el doctor Andrew Hunt, quien fue el encargado de presentar este proyecto en el congreso de química e ingeniería verde, realizado recientemente en la capital norteamericana.
Hunt, uno de los principales científicos de la investigación, agregó que “la influencia de las pantallas LCD en la sociedad moderna es dramática. Se estima que 2.5 mil millones de este tipo de pantallas se están acercando al final de su vida útil y nosotros creemos que le podemos dar un valor significativo a estos futuros desechos”.
El proyecto es a largo plazo y de momento utiliza pantallas de televisión, pero de seguir adelante podría darles un destino mejor a los millones de pantallas LCD que se utilizan para móviles, ordenadores, consolas portátiles, navegadores y demás dispositivos.
