En búsqueda de la nutrición del futuro
Dieta de la zona, de los carbohidratos, de la manzana y de la sopa son algunos ejemplos de dietas populares que muchos recurren cuando quieren bajar de peso o prevenir enfermedades. Si bien algunas obtienen resultados positivos, existen personas que se pasan la vida cumpliendo este tipo de dietas sin lograr bajar ni un solo gramo. Para ellos, una dieta personalizada que sea capaz de decir qué alimentos engordan y cuáles no, sería la solución perfecta. Y no está lejos de ser realidad. La nutrigenética o nutrigenómica, ciencia relativamente nueva que estudia la interacción entre genes y dieta, podría ser el fin a ese sufrimiento en vano.
Específicamente, la nutrigenómica es el estudio de las interacciones entre factores nutricionales, factores genéticos y sus consecuencias sobre la salud. Observa cómo influyen los nutrientes sobre el genoma y, por tanto, sobre los posibles cambios en las vías metabólicas y la homeostasis energética. Al mismo tiempo, estudia también la posible contribución del genoma de cada individuo a la aparición de enfermedades relacionadas con la dieta. En otras palabras, es el estudio de las interacciones funcionales de los alimentos con el genoma a todos los niveles: molecular, celular y sistémico (genoma, proteoma, metaboloma) con el fin de utilizar la dieta para prevenir y tratar enfermedades, además de obtener una efectiva baja de peso.
Según explica Andreu Palou, líder del Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología y del grupo de investigación sobre Nutrigenómica de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), España, este tipo de dieta "supone un cambio en la manera de entender la alimentación. Los nutrientes no sólo actúan como elementos que aportan energía, sino que también tienen una función reguladora sobre nuestro genoma".
Otro experto, José María Ordovás, quien se presenta como el pionero en nutrigenómica, cuenta que la mayoría de los trastornos tienen un componente genético y otro ambiental. Entre otros factores, la alimentación puede encender o apagar determinados mecanismos en el ADN relacionados directamente con nuestras posibilidades de enfermar, por lo que conocer a fondo estas interacciones abre una enorme puerta a la medicina. "En los próximos años, la prevención y la terapia de muchas enfermedades comunes experimentará un cambio sustancial para mejor, precisamente guiada por la habilidad de conocer el genoma de cada uno y sus reacciones", explica Ordovás, quien se desempeña también como director del laboratorio de Nutrición y Genómica de la Universidad de Tufts (Boston, Estados Unidos).
Genes contra el sobre peso
"Podemos decir que la nutrigenómica está todavía en su niñez, pero la fortuna es que está dando el estirón en los últimos meses. Somos muy optimistas con respecto al desarrollo que vamos a apreciar en un periodo de entre tres y cinco años", agrega Ordovás, al mismo tiempo que afirma que una de las áreas que podría dar frutos importantes a más corto plazo es la relacionada con la baja de peso.
De hecho, una reciente investigación, en la que participó el mismo pionero de la nutrigenómica, logró identificar una interacción entre genes y alimentación relacionada directamente con el peso corporal. Según sus hallazgos, las personas que tienen una mutación en el gen APOA2 (que codifica una proteína con que está implicada en el metabolismo lipídico pero cuya función específica permanece sin aclarar) tienen más riesgo de obesidad si llevan una alimentación rica en grasas saturadas.
Con esta nueva ciencia también podrían mejorar ampliamente tanto el conocimiento como las terapias aplicadas para tratar enfermedades comunes, como la diabetes tipo 2, cuya prevalencia ha aumentado en los últimos años debido al cambio global en los patrones de la dieta. "Sabemos que la alimentación está implicada en el desencadenamiento de la enfermedad, pero no conocemos a fondo estos mecanismos. Si somos capaces de desentrañar qué genes actúan y qué alimentos son clave para el inicio de la enfermedad, se podría retrasar su aparición", comenta el especialista.
En definitiva, Ordovás, como pionero de la nueva ciencia, confía en que la Nutrigenómica dará respuesta en un breve plazo a ese misterio por el que algunas personas pasan la vida a régimen y, pese a todo, no consiguen adelgazar. "Seremos capaces de identificar a priori qué dieta no funciona y conocer las alternativas que sí lo hacen", comenta este especialista, quien agrega que esas alternativas pueden ser dietéticas o incluir también una serie de cambios de comportamiento.
