CafeÃna, actividad fÃsica y dolor
La idea era que la cafeÃna ayudaba a entrenar de forma más dura, hacÃa un poco más fácil lo difÃcil. Los ciclistas no sabÃan la razón, sólo reconocÃan que era muy eficaz. Mucha gente toma café antes de una sesión de ejercicios y no se da cuenta del beneficio real recibido. Es decir, que se experimenta menos dolor durante las sesiones fÃsicamente estresantes. Cada vez es más común para los atletas - antes de la competencia - consumir una variedad de sustancias que incluyan cafeÃna, motivados por la concepción de que les ayudará a metabolizar la grasa más fácilmente.
Para el profesor R. Motl y colaboradores este análisis no es muy convincente. Él ha estado investigando la relación entre la cafeÃna y la actividad fÃsica, tomando un ligero desvÃo en sus dÃas de estudiante de doctorado, cuando su trabajo se centraba inicialmente en el estudio de los posibles vÃnculos entre la ingesta de café, los reflejos espinales y la actividad fÃsica. Siete años más tarde, con varios estudios a cuesta sobre la relación, el profesor Motl entiende mucho mejor las razones por las que consumir cafeÃna antes de la competencia mejora la capacidad y el desempeño fÃsico. Al principio de su investigación, se dio cuenta de que el alcaloide blanco interfiere en el sistema neuromodulador de la adenosina en el cerebro y la médula espinal, sistema muy involucrado en el procesamiento de la nocicepción y el dolor. Dado que la bebida bloquea el trabajo de la adenosina, él especuló que podrÃa reducir el dolor.
Una serie de estudios apoyaban esta conclusión, incluidas las investigaciones que tuvieron en cuenta variables tales como la intensidad del ejercicio, dosis de cafeÃna, ansiedad y la sensibilidad de género. El último estudio del grupo de Robert Motl publicado sobre los efectos de la cafeÃna en el dolor durante los ejercicios aparece en la edición de abril de 2009 de la revista International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism. En particular, este ensayo examina los resultados de la cafeÃna sobre el dolor muscular en los esfuerzos fÃsicos de alta intensidad en función de su uso habitual.
Lo que observaron los autores es algo que no esperaban: tanto los consumidores habituales como los esporádicos presentaban la misma cantidad de reducción de dolor durante los esfuerzos fÃsicos después del consumo de cafeÃna, la cual era estadÃsticamente significativa. Los 25 participantes hombres universitarios habÃan sido divididos en dos grupos distintos: sujetos cuyo consumo diario de cafeÃna era muy bajo o inexistente, y aquellos con una ingesta promedio de 400 miligramos al dÃa, el equivalente de tres a cuatro tazas de café.
Después de completar un ejercicio inicial de prueba en un ergómetro, o bicicleta estática, para la determinación del consumo máximo de oxÃgeno o potencia aeróbica, los sujetos realizaron dos sesiones de ejercicio de 30 minutos cada una. Una hora antes de cada perÃodo de sesiones, los ciclistas - que habÃan recibido instrucciones de no consumir café durante un perÃodo de 24 horas - recibieron una pÃldora que contenÃa una dosis de cafeÃna de 5 miligramos por kilogramo de peso corporal (equivalente a dos a tres tazas de café) o un placebo. Durante ambos perÃodos, se registró la percepción del dolor muscular de sus cuadriceps a intervalos regulares, junto con los datos sobre el consumo de oxÃgeno, ritmo cardÃaco y ritmo de trabajo.
Lo interesante para el profesor Motl fue encontrar que la tolerancia a la cafeÃna no importaba. Entonces miró comentarios de la literatura en relación con la cafeÃna y los efectos de la tolerancia a través de una variedad de otros estÃmulos. Algunas veces se observaba una relación, otras no. Esto es, el uso regular de cafeÃna se puede asociar con una determinada respuesta, mientras que en otras condiciones no. Nadie ha sido capaz de averiguar la razón de la incompatibilidad.
Claramente, si uno regularmente consume cafeÃna, se podrÃa tener un efecto mental más efectivo. Sin embargo, el resultado de la tolerancia no es omnipresente en todos los estÃmulos. Incluso el metabolismo cerebral no muestra este tipo de tolerancia. Es decir, en personas consumidoras habituales versus las no habituales, si se les da cafeÃna, la activación será idéntica. SerÃa muy interesante saber por qué algunos procesos muestran tolerancia y otros no.
En cuanto a los resultados de la investigación actual, puede ser que el dolor durante el ejercicio no muestre tolerancia a los efectos de la cafeÃna. Los próximos pasos lógicos serán realizar estudios con roedores, a fin de comprender mejor el mecanismo biológico de la cafeÃna en la reducción del dolor, y asà poder empezar a entender por qué a veces existe este tipo de tolerancia.
Otra dirección podrÃa ser la investigación para determinar el efecto de la cafeÃna sobre el rendimiento deportivo. Se ha demostrado que la cafeÃna reduce el dolor, particularmente durante la práctica del ciclismo, a través de diferentes intensidades, en muchos tipos de personas, con diferentes caracterÃsticas. Pero, ¿la reducción del dolor se traduce en un mejor rendimiento deportivo? Mientras tanto, la investigación actual podrÃa resultar alentadora para una serie de personas, principalmente entre las que consideran los beneficios para la salud de la actividad fÃsica.
Una de las cosas que puede ser de aplicación práctica, es que si alguien va al gimnasio, realiza ejercicios y sufre de las dolencias propias, seguramente dejará de hacerlo porque el dolor es un estÃmulo aversivo que le recomienda retirarse. Asà que si se pudiera dar a la gente un poco de cafeÃna y reducir la cantidad de dolor experimentado, tal vez les ayudarÃa a seguir con los esfuerzos fÃsicos programados. Tal vez ahÃ, se pudiesen obtener mejores adaptaciones a un trabajo corporal que permita mantenerse saludable y en forma.
