Tamizaje en cardiopatías congénitas para recién nacidos
En el Hospital Las Higueras de Talcahuano se implementó un programa que ha mejorado el diagnóstico y disminuido la internación por sospecha.
En ocasiones, durante el desarrollo fetal, se producen malformaciones en la anatomía del corazón, las que pueden ser de diferentes tipos y suelen presentarse en etapas tempranas de la gestación. En determinados casos, estas alteraciones son asintomáticas y en otros generan condiciones incompatibles con la vida tras el nacimiento. Dependiendo de sus características, algunas pueden ser abordadas quirúrgicamente, sin embargo, los riesgos son elevados.
Son las cardiopatías congénitas, un grupo de enfermedades caracterizado por la existencia de anomalías estructurales en este órgano, desencadenadas por defectos en el proceso formativo en el periodo embrionario.
Generalmente, su causa tiene una base multifactorial y desconocida, siendo escasos los pacientes en que se cursa como consecuencia de una mutación genética particular. La posibilidad de transmisión a la descendencia o repetición de otro defecto congénito en un hijo es baja y oscila entre el 3% y 5%, aunque varía significativamente en función del tipo específico de cardiopatía.
Se manifiestan en el 1% de los recién nacidos vivos y ante una sospecha, los recintos asistenciales activan protocolos de urgencia para contar con un diagnóstico, determinar la gravedad y definir el procedimiento clínico.
En los últimos años, la incorporación de la ecocardiografía fetal, en la exploración prenatal, ha revolucionado la detección temprana de esta patología, pasando a ser una de las enfermedades mejor estudiadas durante la gestación. Gracias a esta herramienta, el obstetra, neonatólogo y cardiólogo pediátrico disponen de la información necesaria para hacer un abordaje precoz, mejorando notoriamente el pronóstico de sobrevida y evitando secuelas.
En este contexto, en el Hospital Las Higueras de Talcahuano se implementó un programa, único en su tipo en el sur de Chile, tanto a nivel público como privado, denominado “Tamizaje en cardiopatías congénitas para recién nacidos”, el cual ha beneficiado a más de tres mil neonatos, incluso pacientes derivados desde los hospitales Penco-Lirquén y Tomé.
“La idea es detectar a tiempo alguna cardiopatía congénita y aplicar su tratamiento de manera oportuna. Esto nos permite pesquisar, precozmente, condiciones que no se detectaron durante la etapa de gestación y así evitar las hospitalizaciones para estudio”, comentó la doctora Patricia Sánchez Krause, directora del recinto asistencial.
Por su parte, el cardiólogo infantil Rodrigo Nazal Lázaro, agregó que “gracias a la realización de estas labores en todos los recién nacidos, la hospitalización de los menores de un año, por sospecha de cardiopatía congénita, se ha reducido casi a cero. Entre el 1% y 2% de los nacimientos detectamos estas alteraciones, muchas veces de carácter grave y con riesgo de fallecimiento si no son diagnosticadas a tiempo”.
