Médicos generales y especialistas:
Revisan estado del arte en dislipidemia aterogénica
El creciente aumento en la prevalencia de estas patologías representa una amenaza para la lucha contra la prevención de la enfermedad cardiovascular.
La dislipidemia aterogénica (DA) se trata de una entidad clínica que, con frecuencia, es infra diagnosticada y sub tratada, de hecho no se le da la real importancia que esta anomalía lipídica tiene sobre el riesgo cardiovascular global y en el riesgo residual de los pacientes.
Con el objetivo de entregar nuevos conocimientos sobre la mejor manera de abordar al paciente con dislipidemia aterogénica, el médico internista Rodrigo Alonso Karlezi realizó una clase magistral para médicos generales y especialistas de la Región de Valparaíso en el Centro SAVAL de Cooperación Científica de Viña del Mar.
El jefe del Departamento de Nutrición de Clínica Las Condes, presidente del Grupo Chileno de Trabajo en Ateroesclerosis y fundador de la Red Iberoamericana de Hipercolesterolemia Familiar explicó que la DA “es una alteración de los lípidos en la sangre que se caracteriza, principalmente, por un aumento de los triglicéridos (TG), disminución de colesterol HDL (cHDL) y alta proporción de partículas LDL pequeñas y densas y esto confiere alto riesgo cardiovascular”.
“Esta es la dislipidemia que más se ve en pacientes coronarios, diabéticos, pacientes con obesidad y síndrome metabólico. Y su abordaje pasa, en primer lugar, por una pérdida de peso, manejo del síndrome metabólico, pero en pacientes con alto riesgo cardiovascular se va a requerir tratamiento medicamentoso y la base fundamental son las estatinas, pero –además- estos pacientes van a requerir tratamiento farmacológico extra para reducir los triglicéridos y eso fue lo que revisamos en este encuentro”.
El especialista fue enfático en dejar un mensaje a la audiencia: “no tenemos que olvidar que las estatinas siempre son la base del tratamiento en la prevención cardiovascular en la mayoría de los pacientes que tienen algún tipo de dislipidemia y que el manejo del riesgo residual, es decir, el riesgo que queda luego de tratar al cLDL obedece a múltiples factores”.
“Una parte, agregó, corresponde a alteraciones lipídicas no resueltas por las estatinas, pero también tenemos que tener en cuenta que existen pacientes que continúan fumando, que siguen con exceso de peso, que no tienen controlada su diabetes o hipertensión arterial y que, en el fondo, la prevención de la enfermedad cardiovascular considera el manejo global de todos los factores”, finalizó.

Dr. Rodrigo Alonso Karlezi