Psicoterapia para abordar el dolor postraumático
La Sociedad Chilena para el Estudio del Dolor convocó a los psiquiatras Juan Pablo Cornejo y Andrea Vivero a compartir experiencias respecto al uso de esta estrategia en la práctica médica.
Con el paso de los años, la comprensión científica del dolor ha evolucionado. En un principio, se consideraba que su presencia implicaba únicamente la existencia de un daño físico, sin embargo, en la actualidad se da considerable importancia a las consecuencias que trae la experiencia de sentir dolor. Esto, debido a las reacciones emocionales asociadas, las que pueden potenciar el sufrimiento de la persona.
Ante esta premisa, el doctor Juan Pablo Conejo, psiquiatra de la Unidad de Tratamiento del Dolor del Hospital Clínico de la Universidad de Chile; Psicoterapeuta con formación en Psicodrama; e investigador de dolor crónico, psiquiatría y psicoterapia, dio inicio al encuentro organizado por la Sociedad Chilena para el Estudio del Dolor, enfocado en el uso de psicoterapia para el abordaje de pacientes con dolor postraumático.
El facultativo inició la reunión con su presentación “Dolor y estrés postraumático”, haciendo énfasis en las repercusiones físicas, emocionales y racionales, dando a conocer experiencias, estudios y nuevas estrategias psicoterapéuticas en este tipo de traumas.
“Ante cualquier situación extrema, es normal que nuestro organismo reaccione sintiendo miedo y estrés. Lo que no es normal es que una vez finalizado el suceso, sigamos sintiendo lo mismo. El trastorno por estrés postraumático se asocia a un sentimiento de temor y desesperanza después de vivir una situación traumática, por ejemplo, haber sido víctima de robo con intimidación o violación, haber presenciado una muerte o haber estado a punto de morir, entre otras causas”, explicó.
También, abordó la similitud y diferencias en la sintomatología de trastornos como el dolor post-traumático y del trastorno de dolor crónico, ambas con manifestaciones como depresión, alteraciones del sueño, pesadillas, terror nocturno o repetitivo, ansiedad, preocupaciones y evitación. A ello, sumó una revisión de los componentes físicos, emocionales y racionales del dolor postraumático como, por ejemplo, sus efectos a diversos niveles de la actividad cerebral y de neurotransmisores.
Por su parte, la doctora Andrea Vivero, psiquiatra de la Universidad de Chile, Hospital del Salvador y Hospital del Carmen Maipú, centró su exposición en EMDR (desensibilización y reprocesamiento por medio del movimiento ocular”), modelo de psicoterapia que, en vez de centrarse solo en lo verbal, incorpora las sensaciones del cuerpo asociadas a las experiencias traumáticas.
En la oportunidad, la profesional dio a conocer experiencias clínicas y estudios sobre tratamientos EMDR, que son más cortos que los tradicionales y cuyo uso puede ser más eficiente para sobreponerse a experiencias traumáticas.
“Para poder elaborar y procesar adecuadamente los traumas hay que considerar el cuerpo, que es donde queda registrada la experiencia. El paciente es el protagonista de su propio proceso y es quien lleva el control de la terapia. El terapeuta solo es un acompañante y guía del proceso. En este sentido, el EMDR confía en la capacidad autocurativa que tienen las personas de sanarse a sí mismas”, concluyó.

Dres. Juan Pablo Cornejo y Andrea Vivero