En seminario sobre recién nacido:
Profesionales abordan al prematuro de manera integral
Diversos especialistas perfeccionaran su quehacer, fundamentalmente en la evaluación de los trastornos de la deglución.
Con el propósito que distintos profesionales perfeccionaran su quehacer, fundamentalmente en la evaluación e intervención de los trastornos de la deglución que pueden presentar los recién nacidos prematuros y, en la medida de lo posible, intentar disminuir el impacto y las consecuencias negativas propias de su condición en el largo plazo, se realizó en el Centro de Extensión de la Universidad Católica, el “Seminario del recién nacido prematuro: evaluación e intervención desde la neurorehabilitación”.
La doctora Francisca Wormald Langdon, especialista a cargo del proyecto, expuso sobre la experiencia de los padres frente al nacimiento de un hijo prematuro. Allí expresó que los especialistas que manejan este tipo de casos tienen que tener presente que los progenitores deben ser actores proactivos e involucrados en esta compleja tarea pues eso incide fuertemente en que ellos continúen dando la fuerza a su hijo que está creciendo en una incubadora. “Los padres identifican la buena comunicación con el equipo médico y la participación en las decisiones, como un importante atenuador del estrés causado por tener a un hijo hospitalizado”.
Luego, agregó que, los profesionales de la salud deben tener un manejo clínico multidisciplinario, “de modo que los padres puedan mejorar el conocimiento de las cosas que suceden con su hijo y así sobrellevar mejor ese desgaste”. También manifiesta que los equipos de enfermería cumplen un rol protagónico en la creación y facilitación del vínculo entre padres e hijos prematuros, así como con el modelaje y capacitación del manejo del recién nacido.
Con respecto a lo que los padres necesitan de los equipos de salud, destacó que existe una serie de tips que se deben manejar en los equipos de profesionales que apoyan a un recién nacido prematuro. “Información clara y consensuada, ayudarlos a mantener la moral alta, un cuidado atento y protector del recién nacido, facilitar el contacto piel a piel entre el recién nacido y sus padres, pese al equipamiento de soporte en la incubadora. Lo principal es la inclusión en el cuidado del recién nacido, una acogida cotidiana, contención en la entrega de malas noticias, empoderamiento de los padres y capacitación de los profesionales de la salud para posibilitar la continuidad del vínculo con el equipo”, expresó.
Por último, y según lo que consideró más importante, la especialista consideró importante recordar que las unidades centradas en la familia deben estar compuestas por equipos multidisciplinarios preparados para dar apoyo a padres y a toda la familia. “La idea es que alienten y posibiliten la participación de los padres, pero también de otros integrantes de la familia como abuelos, tíos y hermanos, incorporándolos a las visitas en las unidades de cuidados neonatal.
