Prevención como tratamiento en neuropatía diabética
El neurólogo Pedro Jiménez, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, publicó libro que busca imponer pensamiento preventivo en los médicos.
La neuropatía diabética, afectación del sistema nervioso periférico y autónomo, es probablemente una de las complicaciones frecuentes de la diabetes mellitus (DM), llegando a afectar a más de un 50% de los pacientes tras 20 años de evolución dependiendo de la gravedad y duración de la hiperglucemia.
Se manifiesta, en la mayoría de los casos, por la aparición de un tipo específico de dolor neuropático, que provoca altos grados de invalidez e importante deterioro en la calidad de vida de las personas.
Si se considera que un 10 por ciento de la población chilena padece DM y uno de cada 200 pacientes diagnosticados es amputado, el mejor tratamiento es la prevención, es decir, mantener una glucemia estable es fundamental para evitar qla aparición de complicaciones.
Con el objetivo de aportar en esta materia el neurólogo Pedro Jiménez Cohl, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) en el Campus San Felipe, junto a su alumno ayudante Francisco Tapia publicó el libro “Neuropatía diabética: fisiopatología, diagnóstico y tratamiento”.
Bajo el sello de la Editorial Académica Española, el texto reúne los conocimientos y experiencia a lo largo de 25 años en pacientes con neuropatía diabética e intenta imponer un pensamiento preventivo para actuar antes que surjan los síntomas de la enfermedad.
Los pacientes que padecen neuropatología diabética pierden, paulatinamente, la sensibilidad en sus ortejos y pies, lo que favorece que se provoquen heridas con una escalada de acontecimientos negativos como úlceras, infección, osteomelitis, amputación septicemia y muerte.
Esto se puede prevenir con exámenes y el apoyo de tecnología para diagnosticarla cuando es asintomática. “La diabetes va eliminado fibras nerviosas muy lentamente. Se pierde cierto grado de sensibilidad que no capta el paciente, pero equipos especializados sí pueden detectar”, explicó el docente.
En la fase subclínica, recalcó, “es importante reforzar el control de glicemia, para que esté en niveles inferiores a 150 y ayudar con medicamentos para mejorar la circulación; y vitaminas para que el nervio se vaya regenerando”.
“A mis alumnos les sugiero que envíen en forma rutinaria a sus pacientes con diabetes a exámenes preventivos: cada dos años a electromiografía y cada cinco años a un examen de umbral de sensibilidad térmica. Con ellos se pueden detectar alteraciones de tipo neuropática antes que el paciente presente síntomas. Siempre debemos pensar en diabetes, úlcera, posible amputación, siempre”.

Sr. Francisco Tapia y Dr. Pedro Jiménez


Universidad de Valparaíso, Campus San Felipe