Nuevo plan de acción busca reducir impacto de la sepsis
Aumentar la educación, vigilancia y vacunación, junto con garantizar un acceso equitativo a la salud y el uso racional de antimicrobianos, son las principales estrategias.
Fortalecer la respuesta de salud pública frente a la sepsis, mediante mayor concientización social, participación comunitaria y mejoras en la atención, es el objetivo de una nueva estrategia y plan de acción diseñados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), iniciativa aprobada durante el sexagésimo primer consejo directivo realizado en Washington, Estados Unidos.
De acuerdo con el director del Departamento de Prevención, Control y Eliminación de Enfermedades Transmisibles de la OPS, Sylvain Aldighieri, se requiere construir una respuesta regional urgente, "liderada por los países y con los aportes de todos, vale decir, asociaciones profesionales, academia, donantes y organizaciones de la sociedad civil".
El plan de acción se divide en tres líneas estratégicas. En primer lugar, construir las bases para llevar a cabo intervenciones de alto impacto aumentando la concientización, educación, investigación y vigilancia, fomentando la detección y abordajes tempranos para reducir la morbilidad y mortalidad.
También se buscará ampliar la cobertura de vacunación, mejorar el acceso a agua y saneamiento y fortalecer prácticas de higiene y control de infecciones en los establecimientos asistenciales.
Por último, se promoverá el acceso equitativo a la salud garantizando diagnósticos y tratamientos rápidos y efectivos en todos los niveles de atención, incluidas las unidades de cuidados intensivos.
En esta línea, la nueva edición de la Guía de Tratamiento de las Enfermedades Infecciosas 2024-2026 de la OPS cuenta con una sección actualizada sobre el manejo adecuado a través de antimicrobianos.
La sepsis es una reacción extrema del cuerpo a una infección que puede provocar disfunción orgánica y, si no se trata a tiempo, sus consecuencias pueden ser fatales. A nivel mundial, es responsable de 20% de todas las defunciones.
Los recién nacidos prematuros, embarazadas y personas mayores son los grupos de mayor riesgo, principalmente en un contexto de inequidad. Según la OPS, la resistencia a los antimicrobianos, la aparición de nuevos agentes patógenos y las infecciones asociadas a la atención de salud complican aún más la situación, convirtiendo a la prevención en la herramienta más efectiva.