Nueva técnica mejora cirugía prostática
La enucleación prostática con láser de holmio (HoLEP) se posiciona como una alternativa mínimamente invasiva que reduce riesgos postoperatorios, acelera la recuperación y optimiza los resultados clínicos en pacientes con hiperplasia benigna.
El envejecimiento progresivo de la población ha generado un aumento significativo en los diagnósticos de enfermedades prostáticas, como la hiperplasia prostática benigna (HPB) y el cáncer de próstata. En Chile, este último representa la neoplasia más común en hombres y una de las principales causas de mortalidad oncológica masculina, según cifras del Ministerio de Salud. No obstante, el diagnóstico temprano permite una tasa de sobrevida superior al 90%.
Ante este panorama, los avances tecnológicos en cirugía urológica han transformado las opciones terapéuticas. Una de las técnicas que ha demostrado alta eficacia y seguridad es la enucleación prostática con láser de holmio, conocida como HoLEP por sus siglas en inglés (Holmium Laser Enucleation of the Prostate).
"El riesgo más importante en las técnicas quirúrgicas tradicionales es el sangrado postoperatorio, lo que puede derivar en complicaciones que incluyan rehospitalización o reintervención”, explica el doctor Stefano Biancardi, urólogo de Cordillera Interclínica. "HoLEP reduce este riesgo de manera significativa, ya que el láser no solo corta, sino que cauteriza el tejido en el mismo momento de la resección", detalla.
Este procedimiento permite eliminar de forma precisa el tejido que genera obstrucción urinaria. Gracias al uso del láser de holmio, el cirujano puede identificar el plano anatómico exacto y remover completamente el adenoma, lo que disminuye la posibilidad de recurrencia.
"El láser proporciona un control quirúrgico superior, reduce de forma notable el sangrado y acorta el tiempo de recuperación", señala el doctor Nicolás Avilés, también urólogo de la nombrada institución. Además, resalta que la mayoría de los pacientes pueden recibir el alta médica dentro de las primeras 24 horas y requieren un uso mínimo de sondas urinarias, lo cual mejora su calidad de vida en el postoperatorio inmediato.
HoLEP se distingue por ser una técnica mínimamente invasiva con beneficios clínicos comprobados, lo que la proyecta como una opción quirúrgica que podría transformarse en estándar para el tratamiento de la HPB. Su aplicación contribuye no solo a una intervención más segura, sino también a una recuperación más cómoda y rápida.
Ambos especialistas subrayan que el acceso a tecnologías avanzadas debe ir acompañado de una mayor conciencia sobre la salud prostática. El control urológico regular, especialmente después de los 50 años, es esencial para detectar a tiempo patologías que, tratadas precozmente, presentan un pronóstico muy favorable.
"HoLEP representa una excelente alternativa, pero es importante analizar cada caso de manera individual. Nuestro equipo cuenta con experiencia en diversas técnicas, lo que nos permite orientar al paciente para que tome decisiones informadas según su diagnóstico y expectativas", concluye el doctor Avilés.
