Nefrólogos motivan prevención y autonomía en ERC
La Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile organizó un congreso que se propuso aumentar el nivel de información en los pacientes expuestos a sufrir insuficiencia renal crónica.
Los nefrólogos Carlos Zúñiga, presidente de la Sociedad Chilena de Nefrología, Eric Roessler, Rodrigo Ovalle y Claudia Villalobos fueron parte del panel de expositores, junto a la nutricionista Mariel Lobos y la enfermera Karina Toro, que intervino en el VII Congreso para personas con enfermedad renal crónica (ERC), realizado en el hotel Terrano de Concepción.
Durante el encuentro, organizado por la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile, Asodi, los médicos abordaron aspectos como opciones de terapia, hemodiálisis, peritoneo diálisis y trasplante renal, los que fueron complementados con temas relativos al autocuidado, nutrición y adherencia al tratamiento.
Según explicaron los especialistas, el principal objetivo del congreso fue aumentar el volumen de información que los pacientes manejan sobre su enfermedad, para que así alcancen mayor autonomía, puedan tomar sus propias decisiones y mejoren su calidad de vida. “En muchas ocasiones a los pacientes les cuesta hablar abiertamente con un profesional, pero acá se mostraron entusiasmados de preguntar sobre sus casos personales, lo cual nos deja satisfechos”, coincidieron los conferencistas.
Por su parte, Rosario Martínez, presidenta de Asodi, destacó que la actividad, que llevó como lema “Avancemos juntos”, no sólo contó con la asistencia de pacientes de Concepción, “sino que también de agrupaciones de Santiago, Viña del Mar, Talcahuano y los alrededores, lo que demuestra el gran interés que tienen las personas por conocer más sobre esta patología. Tenemos que valorar el gran esfuerzo que realizaron los pacientes renales para llegar a la capital de la Región del Bío Bío”.
La enfermedad renal crónica es considerada un problema de salud grave, que impacta en forma muy significativa a los afectados, sus familias, la sociedad y los servicios de salud. Frecuentemente, se asocia a otras patologías crónicas como la diabetes, hipertensión y enfermedad del corazón. La ERC es un mal silente que puede tardar años en manifestarse, exponiendo a las personas a sufrir insuficiencia renal crónica y a aumentar su riesgo de morbimortalidad cardiovascular, a niveles 10 veces superior en comparación al resto de la población.
La insuficiencia renal crónica corresponde a la destrucción progresiva de las unidades funcionales del riñón, las nefronas, hasta que el órgano deja de llevar a cabo todas las tareas requeridas, como limpiar las toxinas de la sangre; filtrar, depurar y nivelar el exceso de agua; y producir las hormonas eritropoyetina (estimula la producción de glóbulos rojos por parte de los huesos) y renina (regula la presión arterial). Además, se ve alterada la formación de vitamina D, la que contribuye a mantener el calcio en los huesos y equilibrar el organismo.
Sus primeros síntomas son cansancio, dolores de cabeza frecuentes y malestar físico, y a medida que la enfermedad avanza su pueden presentar irregularidades urinarias, pérdida de apetito, diarreas, náuseas, vómitos, problemas de concentración y oscurecimiento de la piel. La mayoría de enfermos con insuficiencia renal crónica sufren anemia, la cual es la principal causa de que muchos de ellos experimenten fatiga, debilidad y malestar físico. Dentro de las terapias que permiten suplir la escasa o nula funcionalidad del riñón, y así llevar una vida relativamente normal, se cuentan el trasplante, la hemodiálisis, la diálisis peritoneal continua ambulatoria y la diálisis peritoneal automatizada.
En Chile, la prevalencia estimada de pacientes con enfermedad renal crónica alcanza el 10,9%, vale decir, existen alrededor de 1 millón 400 mil personas afectadas por esta patología. De ellos, un grupo significativo progresará a insuficiencia renal prediálisis o terminal, requiriendo de terapia de sustitución.
