Musicoterapia en Hospital San Borja Arriarán
Pacientes y funcionarios del recinto de salud disfrutaron de clásicas melodías, bajo la iniciativa del proyecto “Música para sanar”.
La célebre frase, “sin música, la vida sería un error”, dicha por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, es una de las premisas del proyecto “Música para sanar”, iniciativa dirigida por Consuelo Palma, gestora cultural, quien ha enfocado sus esfuerzos en llevar piezas clásicas a diversos centros de salud, con el objetivo de armonizar la estadía en aquellos recintos.
En esta ocasión, el Hospital San Borja Arriarán recibió a un trío de músicos quienes, mediante los acordes de una guitarra, violín y violonchelo, ofrecieron un momento de paz y bienestar a sus pacientes, personal y familiares que se encuentran en las salas de espera.
El recorrido fue dirigido por el doctor Francisco Moraga Mardones, subjefe del Servicio de Pediatría, quien expresó un amplio agradecimiento a los organizadores, señalando que instancias como estas son necesarias, sobre todo en recintos pediátricos.
“No solo los niños lo han recibido muy bien, sino todo el personal. Esperamos esto sea algo que se repita en el tiempo, pues solo trae beneficios”, expresó.
Y es que, en los últimos años, se ha demostrado el efecto positivo que la música tiene en trastornos como estrés, ansiedad o depresión, pero también en el alivio del dolor y en la evolución de ciertas enfermedades.
Ejemplo de ello es la investigación que se realizó en el Hospital 12 de octubre de Madrid, en el que un proyecto similar, “Música en vena”, demostró los beneficios que esta puede aportar a los pacientes hospitalizados.
Respecto a los resultados en torno a la capacidad de las melodías para reducir el dolor, el doctor Yerko Ivánovic, neurólogo de la institución española, señaló que “en las vías más primarias del dolor, la música poco puede influir. Pero, una vez que esas vías que recogen la sensación dolorosa llegan al sistema nervioso central, este pasa a ser una experiencia individual. Y es en esa parte emocional del procesamiento del dolor, en la que está comprobado que la música puede ser efectiva”, explicó.
Por último, Consuelo Palma destaca que este proyecto lleva más de un año de funcionamiento, con el que han podido llegar a los pasillos del Hospital Calvo Mackenna y ahora, San Borja Arriarán. “No solo vemos lo que produce la música en los niños, sino en lo familiares y trabajadores. Esto permite que las personas se relajen y estén más contentas; hay sentimiento de satisfacción. Esperamos poder seguir creciendo con este proyecto y llegar a más hospitales”.

Dr. Francisco Moraga Mardones
