La importancia del lavado de manos en la prevención de problemas de salud
Una práctica simple que puede evitar la propagación de patologías como la influenza, conjuntivitis o hepatitis A. Para una correcta protección, se deben frotar todas las superficies con jabón al menos durante 40 segundos.
A diario, tocamos cientos de superficies contaminadas sin darnos cuenta. Sin una buena higiene, actos cotidianos como la manipulación de alimentos o saludar a un familiar pueden convertirse en un riesgo de transmisión de infecciones potencialmente graves.
Para enfrentar este problema, el lavado de manos es una práctica fundamental que debe ser incorporada en el día a día. Un ejemplo de esto fue la pandemia del COVID-19, donde demostró ser una herramienta útil para frenar contagios.
"No debe ser considerado como una medida para casos especiales, sino como parte de un hábito saludable, de autocuidado, ya que lavarnos las manos puede prevenir una de cada tres enfermedades diarreicas y una de cada cinco infecciones respiratorias", asegura Jany Torres, enfermera jefa del Programa de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud (IAAS) del Hospital de Coquimbo.
Incluso pasar varias horas sin lavarse las manos puede traer consecuencias. Con la llegada de las bajas temperaturas, la influenza puede propagarse con mayor facilidad al tocarse la cara y los ojos con las manos.
Los pasos para una correcta higiene incluyen mojar las manos con agua, aplicar una cantidad suficiente de jabón y hacer espuma, frotar todas las superficies (también dorso, muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas) durante 40 a 60 segundos, enjuagar bien y secar las manos con una toalla limpia.
Si bien las soluciones a base de alcohol son una opción, no son recomendables si es que existe materia orgánica o suciedad visible. Según la especialista, en estos casos los antisépticos se inactivan.
