Instituciones estudian efectos del cambio climático en la salud
La investigación liderada por BUPA y el Centro de Cambio Global UC, demostró que las altas temperaturas aumentan el riesgo de atenciones ambulatorias, especialmente en personas con enfermedades cardíacas.
A partir del registro anónimo de 2 millones de atenciones médicas realizadas entre 2012 y 2022, se constató que los episodios de temperaturas extremas afectan con mayor intensidad a personas entre los 41 y 66 años, así como a las mujeres, quienes tienen un 72% más de riesgo de acudir centros de salud en comparación con un 32% para el caso de los hombres.
En este contexto, es importante comprender cómo las temperaturas extremas afectan a la salud. Para ello, Bupa Chile, junto al Centro de Cambio Global de la Pontificia Universidad Católica de Chile, presentaron resultados de la segunda etapa de la investigación “Cambio Climático y Salud”.
El estudio identificó un aumento del 23% en atenciones médicas en días donde se registraron 35 grados Celsius. Además, confirmaron que las consultas ambulatorias relacionadas al sistema circulatorio -por afecciones como hipertensión o arritmias- incrementan hasta en un 52%.
“El cambio climático es una de las principales preocupaciones a nivel mundial y muchas personas siguen ignorando cómo afecta nuestra salud. Es común creer que las consecuencias vendrán en los próximos años, pero las repercusiones ya han comenzado. Por ello, urge aumentar la información al respecto, para fomentar la prevención en salud, mejorar los modelos predictivos y cambiar a los sistemas de salud”, señala la doctora Paula Franklin, directora médica del grupo Bupa a nivel global.
Por su parte, la doctora Paulina Gómez, directora médica corporativa de Bupa Chile, destacó que “la asociación entre la exposición a la temperatura y su respuesta en salud es un elemento que deberemos tener muy presente hoy y en el futuro. Este estudio es clave para mejorar la capacidad predictiva de los centros de salud y desarrollar modelos que sirvan para gestionar de forma óptima la demanda de los recintos de salud, así como para identificar a las personas más vulnerables y entregarles consejería preventiva”.
