Hospital de Chillán optimiza manejo de vía aérea difícil
El recinto asistencial ha mostrado una mejoría importante en este campo tras la incorporación de equipos donados por la UCSC, en el marco de una alianza estratégica.
Una positiva evaluación realizó el director del Hospital Clínico Herminda Martin de Chillán, doctor Rodrigo Avendaño, al cabo del primer mes de funcionamiento de los equipos facilitados al establecimiento asistencial por la Universidad Católica de la Santísima Concepción, para el manejo de la vía aérea difícil.
“Con estos equipos, nuestro recinto poco a poco comienza a posicionarse como un centro de vanguardia en el tema”, aseguró el facultativo. El convenio suscrito con la institución de educación superior contempló la incorporación de equipamiento de alta tecnología para el manejo, visualización y registro de todos los procedimientos que se realizan por la vía aérea.
Se trata de un videolaringoscopio y un nasofibroendoscopio, los que permiten visualizar en tiempo real la manipulación y acercamiento a la vía aérea. El costo total de ambos aparatos bordeó los 30 millones de pesos y tiene como antecedente el inicio del Programa de postgrado de reanimación y anestesiología de la UCSC, en marzo de 2014, y también las actividades de pregrado de las carreras de medicina y enfermería.
Así, la nueva implementación entrega un valor agregado a la preparación de los tres becados y favorecerá a los que se sumen en años posteriores, pero además tiene un importante valor asistencial, ya que se encuentra al servicio de los usuarios que lo requieran.
“Este aporte es una muestra más de la adecuada decisión que se tomó hace 15 años, cuando entablamos la alianza con la UCSC, donde claramente se han potenciado la universidad, el Servicio de Salud Ñuble y el hospital, siendo prueba de esto el campo clínico, el inicio del programa de postgrado y acciones como la donación de estos equipos, estableciendo también nuevos desafíos como por ejemplo ampliar el programa a otras especialidades”, comentó el doctor Iván Paul, director del Servicio de Salud Ñuble.
El nasofibroendoscopio puede ser utilizado en procedimientos electivos o programados, cuando la evaluación preanestésica hecha al paciente indica que el manejo de la vía aérea se puede complicar, mientras que el videolaringoscopio es altamente efectivo en casos de urgencia, cuando el chequeo preanestésico no ha dado indicio de una vía compleja.
