Ginecólogos y matronas dialogan sobre anticoncepción
Cerca de 15 profesionales participaron de una charla sobre la evolución que ha experimentado este tema, desde la píldora hasta la incorporación del anillo vaginal.
Cuando la píldora fue ofrecida por vez primera como una opción anticonceptiva para la población mundial, en la década del 60’, se le vio no sólo como una solución para la regulación individual de la fertilidad, sino también como una valiosa herramienta para el control poblacional.
Desde entonces, se han presentado grandes avances en el conocimiento de las técnicas empleadas para impedir el embarazo de una mujer. Una de las grandes innovaciones en esta materia ha sido la incorporación del anillo vaginal, método anticonceptivo hormonal de larga duración que libera hormonas femeninas idénticas a la píldora anticonceptiva –etonogestrel y etinilestradiol- en dosis bajas y constantes y que, absorbidas por la mucosa de la vagina, impiden la ovulación.
Para conversar sobre “Evolución en anticoncepción”, el ginecólogo Francisco Gálvez Pavéz, médico jefe (s) del Servicio de Ginecología del Hospital San Juan de Dios de La Serena se reunió con cerca de 15 profesionales, entre médicos y matronas en el Centro SAVAL de Cooperación Científica de La Serena.
La actividad tuvo como objetivo principal “entregar información sobre la existencia de otras vías de administración de fármacos diferente a la oral. Lo cual es de gran importancia a nivel de anticoncepción, ya que –como es sabido- la píldora tiene falla en su eficacia debido a depender de la ingesta diaria y de alteraciones gastrointestinales diversas”, comentó el doctor Gálvez.
A juicio del especialista, se habla del anillo como una evolución en la anticoncepción por dos motivos fundamentales. “Primero, por su capacidad de incorporar hormonas anticonceptivas en elastómeros de silicona que son liberadas en forma continua, asegurando así una contracepción mensual; y segundo, por la utilización de la vagina como vía de administración que, por sus propiedades anatómicas, es el lugar idóneo para la absorción del anticonceptivo, considerando además su fácil acceso, buena tolerabilidad y discreción”
Respecto a las preferencias de las pacientes a la hora de inclinarse por este método, el especialista destacó que “una vez explicada la forma de acción y la liberación de ingesta diaria de una píldora anticonceptiva, la gran mayoría de las pacientes acceden a su utilización, sin importar la edad que tengan. Sin embargo, las pacientes jóvenes y, sobre todo aquellas que olvidaban la toma de las pastillas, son las que se inclinan y solicitan su uso. Además, un grupo importante de pacientes que están en la perimenopausia también prefieren este método, porque el uso del anillo soluciona bastante el tema de la falta de lubricación, uno de los síntomas de esta etapa”.
Los asistentes valoraron los alcances de la conferencia, porque ayudaron a derribar algunos mitos sobre el uso del anillo vaginal como alternativa al anticonceptivo oral.

Dr. Francisco Gálvez Pavéz