Evalúan impacto de COVID-19 en población infanto juvenil
Doctores Claudio Olmos, Javier Cepeda y Daniel Zenteno publicaron un estudio en la revista de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica donde exploran este vínculo.
“Nuevo coronavirus (COVID-19) en población general y pediátrica: una revisión epidemiológica. Chile 2020”. Así se titula el estudio realizado por los doctores Claudio Olmos, coordinador de la Unidad de Investigación de Clínica Indisa; Javier Cepeda, pediatra del Hospital Dr. Guillermo Grant Benavente; y Daniel Zenteno, neumólogo del recinto asistencial penquista y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción.
El objetivo del trabajo es determinar el nivel de impacto del SARS-CoV-2 en niños y bebés, grupo que, de acuerdo a la información recopilada durante los últimos meses, muestra tasas de contagio comparables a la población adulta, sin embrago, en más del 90% de los casos la enfermedad se manifestó en forma moderada, leve o asintomática.
“En Chile el número de contagiados ascendió de manera no vertiginosa, lo que ha permitido que el sistema sanitario pueda responder a la demanda, pero este escenario podría cambiar si no se mantienen las medidas de aislamiento físico, sobre todo en invierno”, comenta el doctor Zenteno, past president de Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica, agrupación científica que difundió la investigación en una edición especial de su revista institucional.
“Estudios internacionales documentan que 5,9% de los pacientes pediátricos se hospitalizan, siendo de mayor riesgo los menores de un año y los pacientes con enfermedades crónicas respiratorias. Generalmente, el virus se manifiesta en forma más leve en niños y muchos de ellos son asintomáticos, lo cual implica que sean potenciales vectores sin presentar manifestaciones clínicas”.
Según recientes proyecciones, la emergencia sanitaria podría extenderse hasta 2022, lo que obligaría a conservar los cambios en las conductas sociales por un tiempo mayor al estimado inicialmente. “Deberíamos, en la medida de lo posible, reintegrarnos en forma muy gradual a nuestras labores, sin descuidar todas las recomendaciones de seguridad para evitar posibles contagios”, agrega Zenteno.
En la investigación se detalla que el reporte epidemiológico nacional no hace referencia a las manifestaciones clínicas, hospitalizaciones, ni ingreso a camas críticas relacionados con la población pediátrica, sin embargo, la Sociedad Chilena de Pediatría, por medio de su rama de Intensivo, informa que a nivel país, al 15 de abril se encontraban siete pacientes internados con diagnóstico de COVID-19; ninguno de ellos en unidades de tratamientos intensivos.
“Con respecto a las medidas de control adoptadas para este grupo, se realizó una revisión sistemática, que incluyó nueve investigaciones, para evaluar la efectividad del cierre escolar durante brotes de coronavirus. Ninguna de estas, a excepción de los estudios de modelamiento, fue diseñada para valorar este aspecto, por lo que la calidad de la evidencia es baja. Datos provenientes de brotes de SARS en China, Hong Kong y Singapur, sugieren que la transmisión escolar no juega un rol importante en el brote y medidas como el cierre de establecimientos educacionales o control de temperatura, no contribuyen al control de la infección. No obstante, un modelamiento en la población británica, específicamente elaborado para evaluar el distanciamiento social escolar, estimó que un escenario de cierre completo y de un 25% de las universidades, era capaz de reducir entre un 2% y 4% el total de muertes”.
Temas Relacionados

Dr. Daniel Zenteno Araos