Evaluación neuropsicológica en paciente epiléptico
Realizar esta prueba oportunamente contribuye a mejorar la calidad de vida, evitando dificultades académicas, laborales y psicológicas.
Las pruebas neuropsicológicas son específicamente diseñadas para medir la función cognitiva y psicosocial del paciente con epilepsia. Para ello se realizan evaluaciones psicométricas, escalas de autoreporte y una entrevista clínica.
En conjunto, estas variables permiten obtener un perfil de fortalezas y debilidades del paciente, así como detectar eventuales dificultades en el funcionamiento cognitivo y psicosocial.
La neuropsicóloga Carmen María Olbrich, explica que aproximadamente el 50% de los adultos con epilepsia presenta una o más comorbilidades, tales como depresión y ansiedad. Lo anterior puede verse intensificado por una importante carga de estigma o falta de apoyo social.
En este sentido, se ha observado que quienes presentan mayor aceptación y sensación de control sobre su afección, poseen mejor calidad de vida. Por lo tanto, es relevante que los pacientes desarrollen estrategias de afrontamiento y autogestión que les permitan manejar sus dificultades y potenciar sus fortalezas, “en este sentido el neuropsicólogo juega un rol fundamental”, asegura.
En relación con niños y adolescentes, este grupo posee tres veces mayor riesgo de presentar problemas que afecten en su funcionamiento cognitivo y emocional.
Al respecto, la neuropsicóloga infantojuvenil, Yasna Ruiz, señala que detectar a tiempo posibles trastornos, y efectuar una oportuna intervención es fundamental para estimular el desarrollo integral de niños y adolescentes.
Para ello, la evaluación neuropsicológica se presenta como una herramienta fundamental para medir el impacto de la epilepsia en el neurodesarrollo y aportar en la toma de decisiones preventivas y terapéuticas.
Desde otro ámbito, la cirugía ha sido aceptada como una modalidad de tratamiento en pacientes con epilepsia fármaco resistente, y aunque significa una posibilidad de controlar o reducir crisis, existen riesgos asociados, tal como desarrollar déficits cognitivos o sintomatología neuropsiquiátrica.
“Por consiguiente, es crucial la participación del neuropsicólogo clínico dentro del equipo multidisicplinario de cirugía de la epilepsia. Desde la evaluación que contribuye a decidir si el paciente es un candidato adecuado para la intervención, hasta la preparación a la cirugía y el acompañamiento posterior”, enfatizan las neuropsicólogas Yasna Ruiz y Carmen María Olbrich.
