Espiritualidad en la práctica clínica
Médico y teóloga de la Universidad de Lovaina analizan impacto de esta dimensión que pretende promover la humanización de la disciplina en el quehacer sanitario.
Cuando un paciente se enfrenta a una enfermedad grave o terminal, las preguntas sobre el sentido de la vida, la búsqueda de un propósito y la importancia de la conexión con los seres queridos o con lo trascendente afloran naturalmente en la relación clínica.
En esa línea, el concepto de espiritualidad implica que el profesional de la salud debe incorporar esta dimensión en su actividad, porque se trata de una necesidad intrínseca de los pacientes.
Con el objetivo de promover la humanización de ella en la actividad médica, la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) organizó, como parte de su plan de estudios de la asignatura de Introducción a la Clínica Médica, un encuentro académico sobre “Cuidado y Espiritualidad”.
La actividad contó con la participación del doctor Frédéryc Thys, director del Departamento de Urgencias del Grand Hospital de Charleroi y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Lovaina, y de la teóloga Marcela Lobo, profesora de filosofía y miembro de la Red Salud, Cuidados y Espiritualidades (RESSPIR), vinculada a esa casa de estudios.
En base a su experiencia en ética médica, innovación tecnológica y cuidado espiritual, el internista y urgenciólogo belga conversó con los estudiantes y docentes UV sobre la noción de salud y los retos que enfrenta la medicina, el rol de las instituciones hospitalarias, la relación entre cuidador y paciente, los factores desestabilizadores que enfrentan el personal, la atención de las personas como un proceso continuo, la necesidad de generar instancias de encuentro entre los profesionales que trabajan cuidando a otros y las bases de lo que debe ser el marco solidario y humano en este ámbito para encontrar y darle sentido al quehacer clínico.
Además, advirtió sobre la necesidad de comprender cómo los factores espirituales, físicos y profesionales pueden afectar las emociones y se relacionan con el sufrimiento propio y con el que viven otras personas.
“Asumir que hay una justa distancia que debemos procurar definir al momento de enfrentar nuestras emociones personales y lo que sienten los pacientes y sus familiares en medio del sufrimiento es fundamental, porque es una esfera en la que la implicación, empatía e involucramiento exagerado pueden llegar a tener un efecto devastador entre quienes se encargan de cuidar a otros”, precisó.
