Enfoque interdisciplinario en enfermedad renal crónica
Especialistas profundizaron en aspectos físicos, psicológicos y sociales, realzando el valor de la atención integral y su incidencia en la calidad de vida del paciente.
Abordar la enfermedad renal crónica (ERC) desde una perspectiva interdisciplinaria fue la propuesta de un webinar organizado por las universidades Austral (UACh), de Concepción, Federal de Juiz de Fora (Brasil) y la Sociedad Chilena de Nefrología.
Durante el encuentro científico, especialistas latinoamericanos y europeos profundizaron en aspectos físicos, psicológicos y sociales que rodean la patología, poniendo en valor la atención integral y su incidencia en la calidad de vida. En tres jornadas compartieron sus experiencias en el manejo del trastorno, intercambiaron visiones, metodologías y resultados, contribuyendo al estudio y divulgación de técnicas clínicas.
Temas como afrontamiento emocional en tiempos de crisis, impacto por COVID-19, nutrición en pandemia, salud bucal y determinantes sociales estuvieron dentro de los contenidos. Respecto a la implementación y beneficios de los programas de ejercicio en pacientes hemodializados, la kinesióloga y académica del Instituto de Aparato Locomotor y Rehabilitación de la Facultad de Medicina UACh, Paula Moscoso, comentó que “la recepción de nefrólogos, equipos hospitalarios y pacientes es positiva, porque trabajamos en base a la evidencia”. También se analizaron casos clínicos, mediante una plataforma interactiva que promovió la retroalimentación entre los participantes.
La ERC consiste en una alteración estructural y funcional por un periodo superior a tres meses, afectando el índice de filtración glomerular. Los riñones pierden su capacidad de eliminar toxinas, conservar el balance de la sangre y mantener el equilibrio metabólico y hormonal del organismo, llegando, en su estadio más avanzado o etapa 5, a generar riesgo vital.
En estos casos, se produce insuficiencia renal crónica, condición que exige un manejo y cuidados especializados, obligando al paciente a someterse a terapia de sustitución o incluso trasplante. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia es de aproximadamente 12% y con tendencia al alza, ya que sus principales factores de riesgo, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, muestran un aumento en la población.
