Dra. Santolaya reconocida como miembro de la Academia de Medicina
La pediatra del Hospital Calvo Mackernna y especialista en infectología espera realizar aportes que sumen a la calidad de la enseñanza en Chile.
De manera simbólica se hizo entrega del sillón número 14 de la Academia Chilena de Medicina a la doctora María Elena Santolaya, quien desde 2018 formaba parte de la entidad, pero que en esta oportunidad se formaliza y enaltece aún más su labor con el título de miembro de número.
Dentro de su trayectoria destaca su obra como académica e investigadora en el Hospital Luis Calvo Mackenna, resaltando la creación y puesta en marcha de su Centro de Investigación Clínica; integró y presidió el comité de ética clínica; y entre 2005 y 2014 ejerció como jefa de la unidad de infectología. Fue elegida y reelecta directora del Departamento de Pediatría del Campus Oriente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, además de ser miembro del Consejo Superior de Ciencias y Tecnología de Conicyt-Fondecyt, entre 2014 y 2016.
En cuanto a su labor como investigadora, sus hallazgos han representado valiosos aportes a los protocolos del Ministerio de Salud para el manejo de los niños con cáncer. Es referente internacional en su especialidad, a través de su participación en cinco sociedades científicas nacionales y extranjeras, 90 publicaciones en revistas y su autoría en 20 capítulos de libros.
“Es un gran reconocimiento el formar parte de un grupo de gente destacada, interesante, desafiante, y que tiene un rol determinante a la hora de marcar ciertas directrices que permitan dar un sentido a la medicina pública. Creo que quizás, este es un momento de inflexión en mi carrera, que me permite detenerme, mirar hacia adelante y ver dónde poner los esfuerzos, trabajo y energía en pos de hacer esos énfasis en cuanto al rol social y académico que debe tener la medicina”, señala la miembro de número en torno a este nuevo nombramiento.
En ese sentido, uno de los temas que considera de mayor relevancia es el de mantener y mejorar la calidad de la enseñanza, tanto en el pre y posgrado como en el postítulo, “tratando de preservar las actividades de enseñanza de la medicina y de sus especialidades como una labor de las universidades chilenas; que la Academia pueda apoyar el trabajo de estas instituciones, contribuyendo así a que Chile tenga los médicos, especialistas y científicos que necesita y merece de manera descentralizada. Ese rol me parece bastante”, concluye la doctora Santolaya.

Dra. María Elena Santolaya De Pablo